Ambas partes vuelven a la mesa de negociaciones este lunes, buscando llegar a un acuerdo que evite nuevas medidas de fuerza.
La relación entre los gremios aeronáuticos y el Gobierno nacional atraviesa un momento de máxima tensión, tras una semana de paros imprevistos y la advertencia sobre un posible cierre de Aerolíneas Argentinas. En este marco, ambas partes vuelven a la mesa de negociaciones este lunes, buscando llegar a un acuerdo que evite nuevas medidas de fuerza.
El conflicto se agudizó luego de que asambleas sorpresivas paralizaran las operaciones en el Aeroparque y el Aeropuerto de Ezeiza, dejando a cientos de pasajeros varados por horas. En respuesta, el Gobierno despidió a 15 trabajadores de Intercargo y decidió desregular el servicio de rampa en todos los aeropuertos del país, reforzando su postura.
Desde el Ejecutivo, se exige a los gremios un plan que asegure el funcionamiento continuo de la aerolínea estatal. Ante el incumplimiento, las autoridades han advertido que podrían considerar un Plan Preventivo de Crisis o, incluso, el cierre de la empresa.
El viernes pasado, representantes de Aerolíneas y sindicatos se reunieron en Aeroparque para discutir el aspecto salarial, mostrando apertura a un posible aumento. Mateo Ferrería, secretario Gremial de APLA, calificó el encuentro como "positivo" y confirmó la suspensión temporal de las medidas de fuerza.
Julio Cordero, secretario de Trabajo, advirtió que el Gobierno tomará medidas para proteger a los pasajeros si se reanudan las interrupciones. "Es clave que las negociaciones se lleven a cabo sin presiones", afirmó Cordero, haciendo un llamado a la colaboración de ambas partes para resolver el conflicto sin afectar a los usuarios.