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Política Análisis

Por qué el efecto Milei incomoda a toda la "casta" mendocina

Javier Milei arrasó en Mendoza porque captó el voto bronca y el hartazgo, apelando más a las emociones que a las ideas. Pero no hay candidatos a gobernador que reúnan las condiciones para emularlo.

Lunes, 21 de Agosto de 2023
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La genealogí­a polí­tica de los tres precandidatos a gobernador de Mendoza que más chances tienen de ganar es compleja y, como ocurre en algunas novelas de realismo mágico, quizá es necesario hacer un mapa conceptual para poder entender. Alfredo Cornejo, Omar De Marchi y Omar Parisi han tenido vinculaciones cruzadas en algún momento gracias a la promiscuidad partidaria que también caracteriza a los mendocinos.

El problema para ellos y para la provincia es que están fuera de tiempo; atrasan. Los tres que van a intentar buscar soluciones a la crisis de Mendoza ya han sido parte del problema (con matices) y si tienen bajo la manga alguna propuesta creativa será una sorpresa.

No es un dato menor en el contexto polí­tico que se reveló tras las PASO nacionales. Javier Milei arrasó en las urnas y dejó estupefactos a todos; principalmente a lo que el propio libertario llama "??casta"? de manera despectiva. Más allá de sus razones reales, sus contradicciones y hasta mentiras, Milei se apropió del discurso, del concepto, de la idea que surgió en base al hartazgo y la decepción de la ciudadaní­a. Ese nuevo "??que se vayan todos"? que abunda en consignas. Los gritos del candidato son pura emocionalidad, bronca contenida que se convirtió en votos.

Cornejo y De Marchi compartieron frente y ahora son enemigos polí­ticos.

En Mendoza no hay ningún fenómeno similar, no hay representantes disruptivos y hasta los equipos que podrí­an haber renovado las propias estructuras fueron tapados por la visión conservadora de quienes lideran. Así­, por ejemplo, en el Pro "??retiraron"? a Sebastián Bragagnolo y en la UCR marginaron a Tadeo Garcí­a Zalazar. El efecto "??Mielei"? no tiene que ver con el carisma particular del libertario solamente, sino con la sensación de cansancio que hay detrás. Por eso para septiembre hay también un grado de incertidumbre que inquieta.

Yo con vos, yo con todos

Omar De Marchi es demócrata de cuna y fue candidato a gobernador por ese partido. Se rebeló contra las autoridades de ese partido y migró al Pro. Antes, le heredó el trono de Luján de Cuyo, departamento del que era intendente, a Omar Parisi, su compadre. Migró al Pro y se convirtió en el principal dirigente local de ese partido. Se sumó rápidamente a Cambia Mendoza y fue la camada de la "??reconstrucción"?, regresando a la intendencia de Luján. Construyó poder dentro de esa alianza y coqueteó con la ruptura varias veces, hasta que este año la concretó. Fundó la Unión Mendocina y, curiosamente, regresó al partido del que se habí­a revelado, como el hijo que vuelve a la casa de sus padres. Es casi litera, pues en el PD aún estaban los mismos (con Carlos Balter a la cabeza).

La Unión Mendocina es un partido nuevo, pero se nutre de viejas estructuras. No solo el PD, sino varios sectores del PJ, como Roberto Righi. El intendente de Lavalle no puede ser reelecto, pues llegó al tope. SE retira del cargo con el récord de haber sido jefe comunal desde 2001. También se asoció a sectores ligados al kirchnerismo como el MUP, sindicatos y partidos laterales que han sido parte de distintos gobiernos. En paralelo, algunas de las figuras renovadoras se retiraron; como es el caso de Sebastián Bragagnolo.

Omar Parisi también tuvo giros inesperados. Nacido y criado en el PD, recibió la posta de su compadre De Marchi como intendente de Luján. Tuvo una conversión casi religiosa al kirchnerismo, le dejó el cargo a Carlos López Puelles y fue parte del último gobierno peronista de Mendoza. Del conservadurismo ganso, al populismo progresista K, junto con su familia, pues su esposa, que es militante, tuvo la misma conversión y es legisladora. Ahora es el candidato a gobernador elegido por La Cámpora y ganó las PASO.

Alfredo Cornejo tuvo también un zigzagueo anterior. Fue uno de los gestores de la Concertación Ciudadana, donde se rompió el radicalismo para migrar al kirchnerismo. En 2009 comenzó la reconstrucción de la UCR con una estrategia potente. Marginó a Roberto Iglesias con buenos modales y el fallecimiento de Ví­ctor Fayad lo dejó sin rivales. En 2015 fundó Cambia Mendoza, un frente que reunió a toda la oposición detrás suyo, sin pudores ideológicos. Demócratas, socialistas, kirchneristas, massistas, conservadores, progresistas, católicos, agnósticos. El resultado fue un gobierno con un poder pocas veces visto que le permitió por la propia inercia mantener el control, ahora en manos de Rodolfo Suarez. Pero Cornejo tuvo problemas con la sucesión y eligió el camino más conservador: seguir él. Tapó así­ a los precandidatos de la generación que lo sucede, como Tadeo Garcí­a Zalazar, Ulpiano Suarez y otros.

El resultado de las PASO provinciales inquietó en todos los frentes. En Cambia Mendoza por el techo bajo que tuvo Cornejo comparado con otras elecciones. En el PJ porque sacaron el peor resultado histórico y no hay nada que indique un brusco crecimiento. Y en la Unión Mendocina porque si bien lograron 20%, dudan si pueden penetrar ese umbral al competir por un electorado similar al de Cornejo y con una alianza casi igual de ecléctica que Cambia Mendoza.

Más dudas genera el ausentismo y el voto bronca que hubo, que en total suman cerca de 25 puntos. En las PASO nacionales ocurrió lo contrario, pues el voto bronca fue directo a Mieli. Aunque seguramente De Marchi buscará hacerlo, no hay indicios precisos de que esa bronca pueda capitalizarla un candidato que tiene una impronta similar a lo que Milei dice combatir.

Fuente: MDZOL