Varios miles de simpatizantes del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva le mostraron este domingo su apoyo frente a la cárcel de Curitiba (sur) en la que está preso por corrupción desde hace justamente un año.
Desde la mañana, los partidarios de Lula, entre ellos varios líderes del PT y representantes de organizaciones afines, se congregaron en una estación de autobús y desfilaron unos dos kilómetros hacia la sede de la Policía Federal, donde está el presidio, entre gritos de "Lula libre" y consignas contra el actual presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro.
Ahí, a pocos metros de su celda, decenas de fieles siguen en vigilia desde el día de su detención y le cantan todas las mañanas a las nueve "Buenos días, presidente Lula" y se despiden a las 19H00 con un "Buenas noches" coral.
Según la organización Vigilia Lula Livre, el acto congregó a 10.000 personas, mientras que la Policía Militar del estado Paraná dijo que eran entre 3.000 y 5.000.
Manifestaciones similares fueron convocadas en otras ciudades de Brasil, entre ellas Sao Paulo y Belo Horizonte, y otros países para protestar contra el encarcelamiento del patriarca de la izquierda brasileña, que cumple pena de 12 años y un mes.
El expresidente (2003-2010) fue condenado en primera y segunda instancia por corrupción pasiva y lavado de dinero, como beneficiario de un apartamento puesto a su disposición por constructoras para obtener contratos en Petrobras.
En febrero de este año, fue sentenciado a otros 12 años y 11 meses, al considerar que obtuvo reformas en una hacienda, igualmente a cambio de contratos en la petrolera estatal.
Si esta pena es ratificada en segunda instancia, sus condenas sumarían 25 años. Pero bajo la ley brasileña podría gozar de un régimen semiabierto con cuatro cumplidos, un sexto de la sentencia, siempre que no sea condenado en otro de los procesos que tiene abiertos.