Entre los asesinados hubo 35 niños, mientras que otros tres eran trabajadores sanitarios y dos periodistas claramente señalados como tales, según las conclusiones de la comisión presidida por el argentino Santiago Cantón, que se presentaron en el Consejo de Derechos Humanos, en Ginebra.
La represión militar israelí de las protestas que los palestinos realizan en la frontera de la Franja de Gaza desde el año pasado dejó 189 muertos y podría constituir un "crimen de guerra o contra la humanidad", afirmó hoy una comisión independiente de la ONU que investigó los hechos.
Entre los asesinados hubo 35 niños, mientras que otros tres eran trabajadores sanitarios y dos periodistas claramente señalados como tales, según las conclusiones de la comisión presidida por el argentino Santiago Cantón, que se presentaron en el Consejo de Derechos Humanos, en Ginebra.
Con el nombre de Gran Marcha del Retorno, las marchas, que suelen congregar decenas de miles de personas y se repiten cada viernes, se iniciaron el 30 de marzo de 2018, para exigir que los refugiados palestinos y sus descendientes puedan ejercer su derecho de retorno a Israel y para reclamar el fin del bloque israelí de Gaza.
La comisión "tiene bases razonables para creer que durante la Gran Marcha del Retorno los soldados israelíes cometieron violaciones de los derechos humanos y la ley humanitaria, en algunos casos constitutivas de crímenes de guerra o contra la humanidad, y deben ser inmediatamente investigadas por Israel", señaló Cantón.
Sin embargo, el gobierno israelí del primer ministro Benjamin Netanyahu calificó el informe de "falso, hostil y sesgado".
"El Teatro del Absurdo del Consejo de Derechos Humanos ha producido otro informe hostil, falso y sesgado contra el Estado de Israel", declaró el canciller Israel Katz en un comunicado, informó la agencia de noticias EFE.