Una veintena de independentistas catalanes ha ocupado hoy la sede de la Comisión Europea en Barcelona, para entregar una carta a Jean-Claude Juncker, presidente del ejecutivo comunitario, para denunciar la “violación grave de derechos humanos” en Cataluña.
Una veintena de independentistas catalanes ha ocupado hoy la sede de la Comisión Europea en Barcelona, para entregar una carta a Jean-Claude Juncker, presidente del ejecutivo comunitario, para denunciar la “violación grave de derechos humanos” en Cataluña.
La Asamblea Nacional Catalana (ANC) había convocado una movilización como protesta por el traslado a Madrid de los presos independentistas que serán juzgados por el referéndum ilegal del 1 de Octubre de 2017.
Sin embargo, una hora antes la entidad soberanista ha activado su acción sorpresa, en la que 21 miembros de la organización han entrado en la sede de la Comisión Europea en Barcelona.
La irrupción de los activistas en las oficinas de las instituciones europeas en Barcelona se ha desarrollado pacíficamente, según fuentes de la policía regional catalana.
La presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, ha explicado que con esta acción pretenden trasladar a Juncker una carta en la que le advierten de “todas las vulneraciones de derechos fundamentales que se están produciendo” en Cataluña contra el independentismo, a las puertas del “juicio de la vergüenza” en el Tribunal Supremo.
Los manifestantes han colgado en el balcón de la sede de la Comisión Europea en Barcelona una pancarta en inglés con el lema “La autodeterminación es un derecho, no un crimen” y han añadido un crespón negro a la bandera europea que ondea a su lado.
El juicio contra los acusados de organizar el referéndum ilegal de 2017 y la posterior declaración de independencia de Cataluña comenzará el 12 de febrero en el Tribunal Supremo.