La policía australiana imputó al autor del tiroteo de Bondi Beach por terrorismo y 15 cargos de asesinato.
La policía de Australia imputó este miércoles a Naveed Akram, uno de los autores del tiroteo masivo ocurrido el 14 de diciembre en Bondi Beach, Sídney. Akram fue acusado de terrorismo, 15 cargos de asesinato y otros delitos, tras un ataque en un festival de Janucá que dejó 15 muertos y decenas de heridos, en uno de los episodios más letales del país en décadas. Las autoridades indicaron que el ataque fue un "acto terrorista inspirado por ISIS".
La fiscalía del estado de Nueva Gales del Sur alegará ante el tribunal que Naveed Akram incurrió en una conducta destinada a "promover una causa religiosa y generar miedo en la comunidad". Las primeras indicaciones de la investigación apuntan a que los autores estaban inspirados por ISIS (Estado Islámico), una organización terrorista incluida en la lista prohibida de Australia.
Además de los cargos de terrorismo y asesinato, Naveed Akram fue imputado por 40 cargos de causar lesiones corporales graves con intención de matar y por exhibición pública del símbolo de una organización terrorista prohibida.
Los Atacantes: Naveed Akram y su padre, Sajid Akram, abrieron fuego el domingo por la noche contra un festival judío en la emblemática playa de Bondi. Sajid Akram murió durante un enfrentamiento armado con la policía. Naveed Akram resultó gravemente herido por disparos policiales, pero salió del coma el martes por la noche.
Evidencia: Durante los allanamientos, los agentes hallaron dos banderas artesanales del Estado Islámico dentro de un vehículo registrado a nombre del acusado y estacionado cerca de la playa.
Entre las víctimas fatales figuran una niña de 10 años, dos sobrevivientes del Holocausto y un matrimonio que murió tras intentar detener el ataque. La comunidad judía de Australia ya comenzó los funerales, incluyendo la ceremonia de despedida del rabino Eli Schlanger, reconocido por su labor comunitaria.
En el plano internacional, el presidente filipino, Ferdinand Marcos, tuvo que negar enérgicamente que su país esté siendo utilizado para entrenamiento terrorista, luego de que se revelara que los autores del tiroteo ingresaron el 1 de noviembre en una isla del sur del archipiélago, conocida por la presencia de insurgencias islamistas.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, se comprometió a "erradicar el antisemitismo y la ideología maligna" detrás del ataque, asegurando que "ese tipo de odio no tiene espacio" en la sociedad. Albanese también informó que Ahmed al-Ahmed, el ciudadano reconocido por haber intervenido para desarmar a uno de los atacantes, será sometido a una cirugía este miércoles.