Los constantes ataques han provocado unas 3.500 alertas antiaéreas en las regiones de Zaporiyia y Járkov y casi 6.200 en la región de Donetsk.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alerta sobre las difíciles condiciones que enfrentan los menores de edad atrapados en la línea del frente ucraniana, quienes han pasado entre 3.000 y 5.000 horas en refugios debido a los constantes ataques aéreos. El informe revela que solo en las regiones de Zaporiyia y Járkov se han registrado alrededor de 3.500 alertas antiaéreas, y casi 6.200 en la región de Donetsk, generando un "impacto devastador" en la salud mental de estos niños.
Desde el inicio de la invasión rusa hace dos años, los menores ucranianos y sus familias han sufrido desplazamientos, pérdidas y violencia continua. La interrupción prolongada de la escolarización y rutinas básicas ha provocado en ellos "un profundo sentimiento de pérdida, temor, miedo y ansiedad", según denuncia Unicef.
Estos niños, además de enfrentarse al "miedo constante" a la muerte, experimentan la dificultad añadida de caminar sobre suelos potencialmente mortales, ya que aproximadamente el 30% del país está cubierto por minas y restos de explosivos de guerra. A pesar de la urgencia humanitaria, la situación persiste, subrayando la necesidad de una respuesta internacional efectiva y sostenida para aliviar el sufrimiento de los niños atrapados en la cruda realidad de la guerra en Ucrania.