Un equipo de científicos ha desarrollado un dispositivo para evaluar la calidad del aire e identificar de manera precoz la presencia del coronavirus en espacios interiores.
En este contexto, un equipo de científicos de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), apoyados por la Generalitat Valenciana, ha apostado por adaptar a la nueva coyuntura un dispositivo de su invención, originalmente creado para detectar enfermedades autoinmunes. El objetivo de los investigadores era evaluar la calidad del aire e identificar de manera precoz la presencia del coronavirus en espacios interiores. Para ello, los expertos han utilizado un biosensor másico –relacionado con la masa– de alta sensibilidad que monitoriza los aerosoles atmosféricos.
La metodología que utilizan Estos biosensores se basa en un principio llamado de nanobalanza. El dispositivo cuenta con un elemento biológico –un anticuerpo– que, inmovilizado en la superficie de un electrodo, es capaz de reconocer una de las proteínas expresadas por el virus; en concreto, la subunidad S1 de su espícula, protuberancia externa con la que el agente patógeno penetra en las células humanas. Cuando lo detecta, se produce una diferencia de masa que determina la presencia del virus. Así lo ha explicado Sergi Morais, investigador del Instituto Interuniversitario de Investigación de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico (IDM), perteneciente al UPV. Morais destaca que este tipo de herramientas analíticas podrían ayudar al control de la enfermedad: “En el ambiente hay muchos más virus de lo que pensamos”, ha señalado.
Al tratarse de un agente patógeno altamente infectivo, los investigadores han desarrollado las simulaciones del dispositivo con VLP (siglas de virus like particles). “Son partículas virales creadas en laboratorio con el mismo tamaño y número de partículas del virus, pero sin el ARN [su material genético]”, ha explicado Morais.
Los expertos calibran el biosensor con concentraciones conocidas de carga viral. De esta forma, cuando el dispositivo identifique dicha carga puede relacionarla con curvas de referencia archivadas en el software. “Si pasa todos los controles de calidad que estamos valorando, el sistema podría detectar el virus en una habitación sin necesidad de hacer PCR”, ha subrayado el experto. El aparato se colocaría en un lugar representativo del habitáculo que se desea analizar. Cuando la carga vírica fuera elevada, el sensor emitiría una señal de alarma, visual o sonora.
Actualmente, el proyecto se encuentra en fase de prototipo y está siendo evaluado en el Hospital General de Castellón, en habitaciones con un tamaño de aproximadamente cuarenta metros cúbicos. Si los resultados preliminares del equipo de investigación continúan teniendo éxito, el dispositivo podría comercializarse para analizar espacios cerrados como viviendas, aulas, restaurantes, cines y medios de transporte.