Así lo indicaron las autoridades del caso y admitieron que no lo tenían en su radar entes de la explosión que ocurrió en Navidad.
"Llegamos a la conclusión de que un individuo llamado Anthony Warner es el atacante, estaba presente cuando la bomba detonó y falleció en la explosión", declaró el fiscal federal Don Cochran durante una conferencia de prensa. Por su parte, el agente especial del FBI a cargo de la oficina en Memphis, Doug Korneski, admitió que todavía siguen pistas pero indicó que "no hay indicios de que otras personas estuvieran implicadas".
Con la investigación en proceso, las autoridades expresaron que no pueden dar ningún detalle sobre los posibles motivos del episodio que sacudió el viernes a Estados Unidos, pero afirmaron que Warner no se encontraba en su radar antes de la explosión, según la agencia de noticias AFP.
Sin embargo, la Policía habría identificado a Warner, de 63 años, el sábado como una "persona de interés", por su supuesta relación con la explosión, que se originó en una caravana estacionada en una calle céntrica de Nashville que emitió un mensaje de alerta antes de detonar.
Los agentes realizaron un registro en una casa de Antioch, un barrio en el área de la ciudad, pero en ese momento no quisieron confirmar si ya tenían un sospechoso.
La explosión que se registró alrededor de las seis y media de la mañana del viernes en el barrio histórico de Nashville, la capital de la música country en Estados Unidos, dañó unos 40 edificios e hirió al menos a tres personas, en momentos en que la zona se encontraba prácticamente vacía en las primeras horas del día de Navidad.
Las autoridades encontraron tejidos humanos en el lugar de la explosión, que el jefe de la oficina de Investigaciones de Tennessee, David Roush, confirmó que se correspondían con el ADN hallado en el vehículo usado por Warner.
La policía dijo tras la explosión que se trataba de un "acto intencionado", pero el motivo permanecía sin aclarar, y los analistas en comportamiento del FBI trabajaban en la investigación.
La caravana se encontraba aparcada frente a un edificio de la compañía telefónica AT&T y causó daños que interrumpieron el servicio de telecomunicaciones tanto en Tennessee como en partes de Alabama y Kentucky.
AT&T informó en un comunicado que los clientes de los tres estados experimentaban todavía cortes, más de 48 horas después de la explosión.
Fuente: Minuto Uno