Las manifestaciones en el país centroamericano estallaron el 18 de abril en contra de una fallida reforma al seguro social, que generó inesperadas movilizaciones debido a la violenta represión que el régimen ejerció contra los manifestantes, en donde han muerto más de 300 personas
Miles de nicaragüenses manifestaron en la capital para demandar la salida del presidente Daniel Ortega y el cese de la persecución y el encarcelamiento de ciudadanos que reclaman "vivir en libertad", al cumplirse cuatro meses del inicio de protestas que han dejado más de 300 muertos.
"¡Libertad, si el presidente no se va, lo sacamos!", gritaban los manifestantes que marcharon de manera pacífica con banderas de Nicaragua por las calles del sureste de Managua al son de músicas revolucionarias, consignas y sonando las vuvuzelas.
"Queremos que se vaya Daniel Ortega del poder", dijo Juan Silva, de 31 años, quien, como muchos, llegó con el rostro cubierto con un pañuelo o máscaras por temor a ser identificado.
"Marchamos para decirle al gobierno que estamos en contra de todos los atropellos que está cometiendo, que queremos vivir en libertad", expresó por su lado María Guevara, de 49 años, en medio de la multitud.
La manifestación fue convocada por la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, a cuatro meses del inicio de las protestas antigubernamentales, el 18 de abril.
Las protestas estallaron en contra de una fallida reforma al seguro social, que generó inesperadas movilizaciones en todo el país debido a la violenta represión que el gobierno ejerció contra los manifestantes.
En julio, las fuerzas antimotines y paramilitares recuperaron a la fuerza el control de las ciudades y carreteras que habían sido tomadas por los manifestantes, y luego el gobierno emprendió una fuerte persecución contra sus opositores.
Desde entonces, miles de nicaragüenses emigraron a países vecinos como Costa Rica por temor a ser capturados por las autoridades, mientras que cientos fueron detenidos y otros procesados por "terrorismo" y otros delitos atribuidos por la fiscalía por participar en las protestas.
El mandatario acusa a los opositores de formar parte de un plan "golpista" financiado por Estados Unidos y asegura que el país ha vuelto a la "normalidad".
Los manifestantes dijeron este sábado que "nada está normal" en Nicaragua y que a pesar de las amenazas seguirán protestando hasta que el mandatario deje el poder.
La oposición pide que Ortega, un ex guerrillero de 72 años que gobierna desde 2007, renuncie a su mandato o adelante las elecciones de 2021 a 2019, pero el presidente ha descartado la propuesta.
"Seguiremos presionando pese a la represión orteguista, no nos vamos a detener", advirtió un manifestante que se identificó como Juan.
En otro punto de la capital, miles de seguidores del partido de gobierno sandinista caminaron hasta la avenida Bolívar para pedir que los manifestantes antigubernamentales sean castigados por sus "crímenes".
"Los terroristas tienen que pagar", dijo la sandinista Julia Betancourt a un medio gubernamental.
El gobierno reconoce 198 muertos en las protestas y culpa de las mismas a los manifestantes.
"Toda nuestra población está demandando justicia" por los muertos, dijo el canciller Denis Moncada durante un masivo acto partidario.
Los asistentes firmaron una carta dirigida al presidente en la que le piden llevar ante la justicia a los representantes del "terrorismo golpista", en alusión a los opositores al gobierno.
La actividad terminó con un acto cultural, en la que fueron interpretadas varias canciones de homenaje a Ortega.
Con información de AFP