Podría comenzar antes de los comicios en los que Trump buscará la reelección. El golpe de efecto alentó a la Bolsa de Nueva York. Una solución sanitaria y económica.
La administración republicana instó ayer a la tarde a los estados del país a prepararse para distribuir una posible vacuna contra el covid-19 hacia el 1 de noviembre, informaron medios locales el miércoles, en la última señal de la carrera para entregar una vacuna antes de fin de año. De concretarse, esa posibilidad no solo significaría un enorme alivio para el país más golpeado del mundo por la pandemia, con más de 6 millones de contagios y casi 185.000 muertos documentados, sino también un gran aliciente para la economía, que podría recuperar más pronto sus nivel de actividad previo a la crisis.
"Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) solicitan con urgencia su ayuda para agilizar las solicitudes para estas instalaciones de distribución", dijo una carta enviada por Robert Redfield, director de esa institución, citada por The Wall Street Journal.
La operatoria completa podría darse para esa fecha, dos días antes de las elecciones presidenciales, en las que Trump buscará un segundo mandato frente al demócrata Joseph Biden. Justamente, su desprolijo manejo de la pandemia es uno de los puntos más flojos del presidente según indican las encuestas.
La carta del directos del CDC pareció confirmar lo anticipado horas antes por el prestigioso infectólogo Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas e integrante de la fuerza especial de la Casa Blanca dedicada al combate al covid-19.
"Creo que para cuando lleguemos al final de este año calendario nos sentiremos cómodos de tener una vacuna segura y eficaz", indicó el médico, asesor de Trump y sus predecesores, en una entrevista con el programa Today del canal NBC News.
Fauci añadió que en una serie de ensayos de vacuna, hay "datos suficientes para que uno se sienta realmente seguro de que es segura y eficaz para el público estadounidense".
Poco antes, en una entrevista con el sitio Kaiser Health News, el experto, que tuvo varios encontronazos públicos con Trump por la gestión de la crisis, explicó que si los resultados de las pruebas clínicas en curso son "buenos", el Gobierno tendrá "la obligación moral", en la actual coyuntura, de interrumpir la experimentación y comenzar a distribuir la vacuna entre la población.
"¿Es concebible que se pudiera tener una respuesta antes (de lo esperado)? Sí, es concebible", dijo.
Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, también aseguró que Estados Unidos no está siguiendo una estrategia de "inmunidad de rebaño".
"La estrategia fundamental que articulamos claramente es tratar de prevenir tantas infecciones como sea posible: identificación, aislamiento y rastreo de contactos", comentó.
Antes de que se desatara la euforia por la posibilidad de una disponibilidad temprana de la vacuna contra el virus SARS-CoV-2, Biden había cuestionado a Trump justamente por su manejo de la pandemia.
"Creo que un presidente tiene la responsabilidad de dar el ejemplo" sobre las pautas que se deben seguir con fines preventivos, señaló.
Criticado hoy por Trump, quien lo acusó de permanecer escondido en su búnker, el exvicepresidente de 77 años aseguró que le habría gustado poder salir más, pero que la pandemia se lo impide por ser parte de un grupo de riesgo.
Biden dijo que se reunió con expertos médicos sobre las mejores formas de protegerse a sí mismo y a los demás durante los eventos de la campaña.
"Hemos elaborado un protocolo sobre cómo subo al avión, a qué tipo de avión subo, cómo se desinfecta. Dónde, cómo involucro a la gente", expresó. "Siempre a una distancia segura y que todo el mundo lleve un barbijo", añadió.
"Así que solo estoy tratando de dar el ejemplo: usar el equipo de protección, una máscara, que tengo conmigo. Puedo quitármela a esta distancia", agregó.
Fuente. Ambito