Con perspectivas de su lanzamiento en el primer semestre del 2020 para toda América latina, AstraZeneca le transfirió al laboratorio Mabxience la tecnología para producir el principio activo de la dosis.
La vacuna que ya se encuentra en su última fase está siendo estudiada por la Universidad de Oxford y AZ, resultante de la fusión de la compañía sueca Astra AB y de la británica Zeneca Group PLC en 1999.
En la planta de Mabxience se producirá el ingrediente activo de la vacuna, necesario para fabricar entre 200 millones y 250 millones de dosis que viajarán hasta el laboratorio Liomont, ubicado en México, donde se fraccionarán y envasarán en los frascos de vidrio que contienen cada dosis de vacuna.
Esas dosis serán comercializadas a un costo de entre 3 y 4 dólares por unidad a todos los gobiernos de América Latina excepto Brasil, que cuenta con su propio circuito, según informó el Gobierno argentino.
Este mediodía el presidente Alberto Fernández tuvo una reunión virtual con el CEO de AZ, Pascal Soriot, a quien expresó su gratitud "por haber pensado en la Argentina" para ser parte de la producción de la vacuna que, se espera, pueda abastecer a gran parte de la región.
La AZD1222, nombre técnico de la vacuna, es una de las más avanzadas del mundo al estar en fase 3, la última antes de su aprobación, y en julio de 2020, los resultados provisionales del ensayo de fases 1 y 2 mostraron que las dosis fueron toleradas y generaron respuestas inmunes sólidas contra el virus en los participantes evaluados.
Aún así, los resultados de los ensayos de última etapa no estarán listos sino hasta finales de este año, dependiendo de la tasa de infección dentro de las comunidades de ensayos clínicos (Reino Unido, Brasil, Sudáfrica, Japón, Rusia y Estados Unidos).
Según su último reporte financiero, AZ registró un crecimiento del 14% en ventas en el primer semestre de 2020, cuando facturó unos US$ 12.600 millones, mientras que en 2019 tuvo ingresos a nivel global por US$ 24.400 millones, un 10,38% más que en 2018.