Los jefes de Estado de Rusia, Turquía, Francia y Alemania conversan por primera vez para consolidar la frágil tregua de Idlib y avanzar hacia una transición política
Los dirigentes de Turquía, Rusia, Francia y Alemania se reúnen este sábado en Estambul para una cumbre inédita sobre Siria, en la que se busca consolidar la frágil tregua de Idlib y avanzar hacia una transición política.
Esta cumbre entre los presidentes turco, Recep Tayyip Erdogan; ruso, Vladimir Putin; francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, congrega por primera vez a actores con iniciativas contrapuestas.
Este encuentro se produce al día siguiente de los ataques del régimen sirio sobre la provincia rebelde de Idlib (noroeste), en los que murieron siete civiles, el balance más alto desde la entrada en vigor del alto el fuego negociado el mes pasado por Ankara y Moscú.
Sin esperar a la cumbre, Macron y Putin hablaron de la situación en Idlib en una conversación telefónica el sábado por la mañana.
El presidente francés "recordó sus objetivos de prolongar el alto el fuego en Idlib, de prohibir las armas químicas, y de garantizar el acceso a la ayuda humanitaria y de encontrar un calendario para el proceso político", según el Elíseo.
El acuerdo entre Moscú -aliado del régimen- y Ankara, que apoya a los rebeldes, preveía la puesta en marcha de una "zona desmilitarizada" de 15 a 20 km de ancho para separar los territorios insurgentes de Idlib de las regiones gubernamentales.
Erdogan y Putin alcanzaron este acuerdo in extremis, cuando parecía inminente una gran ofensiva del régimen sobre este último gran bastión de la oposición.
Durante la cumbre, los cuatro dirigentes van a "estudiar qué formulas nuevas pueden encontrarse para aportar una solución política" a este conflicto complejo, que ha dejado más de 360.000 muertos desde 2011, según el portavoz de Erdogan, Ibrahim Kalin.
En este sentido, la formación de un Comité constitucional -auspiciado por la ONU- para elaborar una nueva Carta Magna se perfila como uno de los principales desafíos a salvar, habida cuenta del bloqueo del régimen.
El emisario de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, que lamentó la parálisis del plan de la ONU el viernes, también participará en la cumbre de Estambul.
Aunque no se esperan grandes anuncios tras la cumbre (el Elíseo indicó que sus expectativas son "modestas", mientras que el Kremlin hizo un llamado a ser "realistas"), la reunión supondrá una ocasión para que los cuatro mandatarios busquen un terreno de entendimiento.
Turquía y Rusia forman, con Irán, un trío ineludible sobre el terreno, donde facilitaron un relativo apaciguamiento de los combates gracias al llamado proceso de Astaná. Francia y Alemania, por su parte, integran el "small group" sobre Siria, que cuenta con otros cinco países, incluido Estados Unidos.
"Hay enfoques distintos. Pero, groso modo, todo el mundo desea naturalmente llegar a una solución política en Siria", subrayó el viernes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, que llamó a "armonizar las posiciones"
Los cuatro países hablarán también de la reconstrucción de Siria, pero la ministra alemana de Defensa Ursula von der Leyen advirtió el sábado que esta no podría realizarse "a favor de la dictadura de Asad".
Dos importantes actores del conflicto en Siria, Irán y Estados Unidos, enfrentados, estarán ausentes el sábado. Aún así, Macron habló el jueves con el presidente estadounidense, Donald Trump, para acordar posiciones.
Ante la influencia que Moscú asienta en Siria gracias a sus victorias militares a favor del régimen de Asad, el secretario estadounidense de Defensa Jim Mattis afirmó el sábado que Rusia "no puede reemplazar" a Estados Unidos en Oriente Medio.
Hasta ahora, las iniciativas del grupo Rusia-Turquía-Irán han eclipsado en gran parte los esfuerzos de los occidentales y de Naciones Unidas para hallar una transición política.
El sábado, Ankara podría intentar aprovechar la presencia en la mesa de las dos potencias europeas.
Asociándose con Francia y Alemania, que comparten sus posiciones respecto al régimen sirio, "Erdogan refuerza su "peso" en las negociaciones con Putin y modifica la relación de fuerzas a su favor", subrayó Jana Jabbour, especialista de Turquía.
Además, la cumbre llega en un momento de conmoción en la región a causa del asesinato del periodista crítico saudita Jamal Khashoggi en el consulado de su país en Estambul.
Erdogan abordará este caso con sus invitados en unas entrevistas bilaterales al margen de la cumbre.
(Con información de AFP)
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