Una de las últimas deportaciones es la que realizaron a Francia, cuyo gobierno indicó que se trata en su mayoría de mujeres que serían detenidas una vez lleguen al país europeo.
Desde que se inició el programa turco de deportaciones, el 11 de noviembre pasado, el Gobierno de ese país ha informado de la repatriación de 71 supuestos combatientes del grupo terrorista Estado Islámico (EI), según la agencia oficialista turca Anadolu.
De todos los presuntos yihadistas detenidos en Turquía y deportados fuera del país, 37 tienen nacionalidad europea, según datos basados en informaciones del Ministerio del Interior turco. Alemania, con 18 personas, encabeza la lista, seguida por Francia, con 11 repatriados, Bélgica y Holanda (con 2 cada uno), así como Dinamarca, Australia, Reino Unido, Irlanda y Estados Unidos (uno por país).
En el caso de Francia, el Gobierno turco indicó recientemente que "la expulsión de los combatientes terroristas extranjeros continúa. En ese marco, 11 franceses fueron expulsados". Por su parte, el gobierno francés señaló que se trata "en su mayoría de mujeres" y que cuando llegaran a Francia iban a ser detenidas.
En algunos casos, los expulsados fueron arrestados al llegar a sus países de origen, pero en el caso del primer alemán repatriado, por ejemplo, las autoridades germanas señalaron que no constaban vínculos del individuo con la milicia yihadista.
La semana pasada, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó que Turquía había "internado a unos 7.000 miembros del EI", pero no precisó en qué periodo de tiempo, mientras que el mes pasado cifró en 1.200 los yihadistas que se encuentran en cárceles turcas, sin aclarar cuántos de ellos son extranjeros.