Al menos tres personas murieron en el sur de Irak, en choques entre manifestantes y fuerzas de seguridad, que emplearon ‘munición real‘, informó una comisión pública e independiente. El Gobierno lo niega.
Los enfrentamientos se registraron esta noche de domingo (3.11.2019) en la ciudad santa chií de Kerbala, en el sur de Irak, cuando los manifestantes intentaron irrumpir en el consulado de Irán en esta localidad, y los efectivos de seguridad emplearon "munición real" para dispersarlos, matando a tres personas, aseguró la Comisión de Derechos Humanos iraquí en un comunicado difundido a través de las redes sociales.
La violencia causó también una docena de heridos, según la Comisión, en el marco de las protestas que vive el país desde principios de octubre.
Sin embargo, una fuente del Ministerio de Interior iraquí dijo a la agencia española de noticias Efe que anoche no hubo víctimas mortales y que los manifestantes "incendiaron neumáticos y contenedores de basura" a las puertas del consulado iraní, pero no consiguieron irrumpir en el edificio.
Segunda oleada de protestas
Irak vive una segunda oleada de protestas desde el pasado 25 de octubre, para pedir un cambio en el sistema de Gobierno, basado en la corrupción y el sectarismo. Durante las manifestaciones ha habido muestras de rechazo al papel de Irán en el país árabe, donde el país persa tiene una fuerte influencia.
Desde la caída del régimen del expresidente Sadam Husein en 2003, el Gobierno de Bagdad se ha acercado a Teherán y ha dado la bienvenida a su apoyo político y económico, canalizado sobre todo a milicias y movimientos políticos chiíes.
La semana pasada, el Ministerio de Exteriores de Irán instó a sus nacionales a postergar sus viajes a Irak hasta "nuevo aviso", debido a las protestas y los disturbios registrados en el país vecino.
"Realidad paralela"
Este lunes, prosiguen las movilizaciones en Bagdad y otras zonas del país por undécimo día consecutivo. El primer ministro, Adel Abdelmahdi, no se mostró ayer dispuesto a dimitir, a pesar de la afirmación contraria del presidente, y aseguró que "ha llegado el momento de que la vida vuelva a la normalidad".
"Abdelmahdi vive en una realidad paralela", respondió Omar Taha, un joven de 22 años, preguntado por Efe en Bagdad. "Sus palabras solo nos animaron a insistir y a continuar con las manifestaciones", aseveró desde la céntrica plaza Tahrir de Bagdad, epicentro de las protestas en la capital.
Otro manifestante, Ali al Miali, reaccionó a las acusaciones veladas del jefe del Ejecutivo: "No somos saboteadores, pedimos nuestros derechos legales, los cuales fueron robados por los partidos" políticos.
Fuente: DW