El gobierno de Boris Johnson apelará hoy mismo ante la Corte Suprema.
La suspensión del Parlamento británico es "ilegal”. La decisión fue adoptada en la mañana del miércoles por tres jueces de la Corte Suprema civil escocesa, en desacuerdo con una sentencia de la Corte de Sesiones de la semana pasada. El gobierno británico ha decidido apelar ante la Corte Suprema, el máximo tribunal del reino, en Londres. El Brexit se judicializa y al final quedará en manos de los jueces.
El juez Lord Doherty había descartado el desafío legal presentado por 70 legisladores y autoridades en Escocia. Consideraba que era "una decisión de los políticos y no de los jueces” prorrogar el parlamento o no por cinco semanas. Era una resolución de la Corte de los Lores y la Cámara de los Comunes.
Tres jueces de la "Inner House", como se llama a la corte suprema civil en Escocia, no estuvieron de acuerdo con él. Creen que había dos razones de parte del primer ministro Boris Johnson para esta suspensión: "prevenir o impedir que el parlamento interrogara al ejecutivo y legislara con respecto al Brexit" y "permitir al ejecutivo continuar la política de un no acuerdo sin interferencia parlamentaria".
En el sumario de sentencia de los tres jueces, ellos sostuvieron que era "un enorme caso de claro fallo de completar con aceptados estándares de conducta de las autoridades públicas".
En su resolución, consideran que "la decisión de suspender el Parlamento es ilegal y por lo tanto nula y sin efecto”.
Un vocero del gobierno de Boris Johnson dijo que la decisión era "decepcionante” y que la suspensión del parlamento "es legal y necesaria para librar la fuerte agenda legislativa doméstica". Apelarán este mismo miércoles ante la máxima autoridad judicial del reino.
El secretario del Brexit en las sombras, el laborista Sir Keir Starmer, llamó al gobierno "a convocar a los diputados y Lores inmediatamente para decidir qué sucede después".
El argumento oficial de gobierno fue suspender el Parlamento para respetar los procedimientos, antes del discurso de la reina el próximo 14 de octubre. Pero estas cinco semanas de suspensión es la prórroga más larga de su historia y claramente con intenciones de obstruir el debate del Brexit.
Los diputados rechazaron cantando en la Cámara de los Comunes la suspensión parlamentaria, en escandalosas escenas el martes en la madrugada. Con carteles de "silenciados”, trataron de expresar su rechazo a esta decisión de frenar su trabajo.
Solo quedan 51 días para decidir el Brexit. El gobierno no descarta irse el 31 de octubre sin acuerdo sino obtiene uno en el Consejo de Europa el 17 de octubre.
Los diputados legislaron para impedir que se vayan sin acuerdo y piden 3 meses de extensión de las negociaciones. Pero el primer ministro Boris Johnson se niega a pedir esa suspensión a Bruselas y podría caer en desacato ante la justicia por negarse a cumplir con la ley del reino.