Caracas apoyaría una petición de Moscú de instalar cohetes rusos en Venezuela en respuesta al despliegue de nuevos misiles estadounidenses en la zona del Pacífico asiático, afirmó el diputado ruso Alexandr Sherin.
Caracas apoyaría una petición de Moscú de instalar cohetes rusos en Venezuela en respuesta al despliegue de nuevos misiles estadounidenses en la zona del Pacífico asiático, afirmó el diputado ruso Alexandr Sherin.
"Estoy convencido al cien por cien que los dirigentes de Venezuela se solidarizan al 1.000% con las acciones de la Federación de Rusia", aseveró.
Según el legislador ruso, vicepresidente del Comité de Defensa de la Duma de Estado (cámara baja) de Rusia, "el anhelo de los americanos de que el líder de Venezuela sea destituido y su indeseo de ver a Rusia independiente y fuerte hacen que Venezuela y Rusia sean aliados, aliados seguros y a largo plazo".
Es por eso que si Moscú propusiese a Caracas el despliegue de sus misiles en Venezuela "lo aceptarían con satisfacción", dijo.
Podría tratarse, dijo, del "despliegue de los sistemas S-400, o, por ejemplo, de los Bastion e Iskander en Venezuela, multiplicaría por cero decenios de esfuerzos y miles de millones de dólares invertidos en el sistema de defensa antimisil".
El S-400, o SA-21 Growler según la clasificación del a OTAN, es un sistema antiaéreo y antimisil de medio y largo alcance capaz de abatir blancos a una distancia de 400 kilómetros y una velocidad de 4,8 kilómetros por segundo.
Junto con los misiles Bastion, SS-C-5 Stooge según la clasificación del a OTAN, e Iskander (SS-26 Stone) los S-400 conforman lo que Occidente denomina como "zona de acceso prohibido" (Anti-Access/Area Denial, A2/AD), dentro de la cual las fuerzas de la OTAN no pueden entrar sin arriesgarse a sufrir daños inaceptables.
"El tiempo de vuelo y otros aspectos serían incomparables. Las capacidades de la Federación de Rusia serían diez veces mayores que de todo el bloque de la OTAN junto", aseguró el legislador ruso.
Sherin comparó el hipotético despliegue de misiles rusos en Venezuela con los sucesos de octubre de 1962, cuando la URSS y EEUU estuvieron al borde de una guerra nuclear por la presencia de cohetes soviéticos en Cuba.
"Rusia y EEUU podrían volver a verse involucrados en una "Crisis del Caribe-2", pero, según el diputado, "fue precisamente la crisis del Caribe la que enfrió por largo tiempo el ímpetu de los Estados Unidos de América".
"No lo quiera Dios, pero si semejante opción tuviese que ser examinada y plasmada en la práctica, sería una opción muy dura, pero muy eficaz", aseguró.
En opinión de Sherin, el hipotético despliegue de misiles rusos en Venezuela "le quitaría (a los EEUU) las ganas de cualquier injerencia en la política interior de Venezuela, de intentar cambiar desde Washington a los dirigentes de Venezuela".
El secretario de Defensa de EEUU, Mark Esper, abogó a principios de este mes por desplegar en Asia misiles de emplazamiento terrestre, aunque no mencionó fechas, lugares, ni tipos de armas.
Su predecesor en el cargo, Patrick Shanahan, recordó a principios de junio pasado que EEUU mantiene en el Indo-Pacífico unos 370.000 efectivos, más de 2.000 aviones y más de 200 naves de superficie y submarinos.
También señaló que EEUU desarrolla sistemas de defensa antimisil, interoperables con los de sus aliados de Japón, Australia y Corea del Sur.