El secretario general de la ONU, António Guterres, y otros altos funcionarios del foro mundial pidieron a las autoridades israelíes que detengan la destrucción de propiedades privadas palestinas en la comunidad de Sur Bahir en Jerusalén orienta.
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres, y otros altos funcionarios del foro mundial pidieron a las autoridades israelíes que detengan la destrucción de propiedades privadas palestinas en la comunidad de Sur Bahir en Jerusalén oriental, dijo el viceportavoz Farhan Haq en rueda de prensa.
El coordinador humanitario de la ONU en los territorios palestinos ocupados, Jamie McGoldrick, había expresado su tristeza por la demolición de viviendas en Sur Bahir, mientras que el coordinador especial de la ONU para el proceso de paz en Medio Oriente, Nickolái Mladenov, dijo que Israel debbía detener esa política, informó Haq.
"Y puedo agregar que el secretario general apoya plenamente la declaración emitida hoy", agregó Haq.
El viceportavoz de Guterres sostuvo que cientos de tropas israelíes entraron en la comunidad palestina el 22 de julio por la mañana y demolieron varias construcciones residenciales al este de la barrera de separación de Cisjordania.
Por su parte, el presidente palestino, Mahmud Abás, pidió al embajador de Palestina ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Riad Mansur, que solicite una reunión urgente del Consejo de Seguridad después de los informes sobre la demolición de viviendas en una aldea palestina cerca de Jerusalén, afirmó el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat.
"El presidente Abás pidió al embajador de Palestina ante la ONU enviar la solicitud de celebrar de una reunión urgente del Consejo de Seguridad", dijo Erekat a la prensa.
Afirmó también que "el Ministerio de Asuntos Exteriores de Palestina presentó un documento adicional (además de la demanda ya presentada) a la Corte Penal Internacional en relación con el crimen que fue cometido en el vecindario de Wadi Hummus, en Jerusalén".
"El Gobierno de Palestina, por orden del presidente Abás, tomó la decisión de ofrecer compensaciones a los civiles y brindar alojamiento a las familias", añadió Erekat.
Israel comenzó a demoler casas en el área a pesar de las objeciones de los habitantes locales, de activistas de derechos humanos y de las autoridades palestinas que son de hecho propietarias de la aldea de Sur Bahir.
Los israelíes justificaron las demoliciones en razones de seguridad y aseguraron que esos edificios estaban construidos demasiado cerca de las barreras.
Las órdenes de demolición se emitieron según una directiva militar de 2011, que prohíbe la construcción a 250 metros de la barrera de separación entre Israel y Cisjordania.
Los residentes Sur Bahir alegaron que la orden no se hizo pública y que no la conocían, y que, en cualquier caso, es la Autoridad Nacional Palestina la que tiene autoridad para planificar el área.
La ONU, la Unión Europea y una serie de organizaciones de derechos humanos han criticado repetidamente a Israel por demoler viviendas palestinas, una política que consideran discriminatoria y violatoria de las leyes internacionales.
Según Amnistía Internacional, Israel ha demolido más de 50.000 hogares e instalaciones palestinas desde 1967.
Además de las demoliciones, Israel también continúa expandiéndose en los territorios ocupados de Cisjordania y Jerusalén oriental, una de las principales áreas disputadas entre israelíes y palestinos.
Cerca de 600.000 israelíes viven en asentamientos y edificios solo para judíos en los territorios ocupados.