Rusia no ve en la investigación internacional sobre el derribo del vuelo MH17 en el este de Ucrania pruebas que la inculpen, declaró el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Patrushev.
Rusia no ve en la investigación internacional sobre el derribo del vuelo MH17 en el este de Ucrania pruebas que la inculpen, declaró el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Patrushev.
"Tan pronto como ocurrió el suceso, de inmediato fueron designados los culpables, y luego toda la investigación se realizaba para confirmar la primera hipótesis expresada. No vemos ninguna prueba que confirme lo que dijeron", dijo Pátrushev a la prensa al término del X foro internacional de seguridad en Rusia, en la ciudad de Ufá.
Según el funcionario, el grupo internacional ni siquiera quiere familiarizarse con la información que le entrega Rusia.
"Proporcionamos esta información, es objetiva, técnica, pero no se tiene en cuenta", afirmó.
Asimismo dijo que las conversaciones telefónicas a las que refiere la investigación, son acusaciones indirectas y no tienen peso jurídico.
El 19 de junio, el Equipo de Investigación Conjunta (JIT) responsabilizó a tres rusos y un ucraniano de estar detrás del derribo del vuelo MH17, en particular de organizar el traslado del sistema antiaéreo Buk al lugar desde se produjo el disparo.
Un portavoz del organismo anunció que el juicio por el derribo del avión de pasajeros empezará el 9 de marzo de 2020 en los Países Bajos.
El 17 de julio de 2014, el vuelo MH17 de la compañía Malaysia Airlines que se dirigía de Ámsterdam a Kuala Lumpur, fue alcanzado por un misil cuando sobrevolaba la provincia de Donetsk, en el este de Ucrania, zona convulsionada por los enfrentamientos entre las tropas ucranianas y las milicias.
Los 298 ocupantes de la aeronave, en su mayoría neerlandeses, murieron.
El JIT, conformado por expertos de los Países Bajos, Malasia, Australia, Bélgica y Ucrania, afirma que el misil pertenecía al Ejército ruso y que había sido transportado previamente al territorio ucraniano, a un área bajo control de las milicias de Donbás.
Rusia rechaza las conclusiones de la investigación internacional.