Los europeos expresaron este lunes su inquietud sobre una escalada de la tensión entre Washington y Teherán, en varias reuniones con el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, a quien advirtieron del riesgo de un conflicto "por accidente" en el Golfo.
Los europeos expresaron este lunes su inquietud sobre una escalada de la tensión entre Washington y Teherán, en varias reuniones con el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, a quien advirtieron del riesgo de un conflicto "por accidente" en el Golfo.
"Dejé claro [a Mike Pompeo] una vez más que nos preocupa el desarrollo y las tensiones en la región, que no queremos una escalada militar", dijo el ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, tras reunirse con el funcionario estadounidense.
De camino a Rusia, donde debe conversar el martes con el presidente ruso, Vladimir Putin, y su canciller, Serguéi Lavrov, en Sochi, Pompeo decidió hacer un alto en Bruselas, donde los cancilleres europeos mantenían su reunión mensual.
Además de con Maas, Pompeo se reunió también con los cancilleres de los otros dos países de la Unión Europea (UE) firmantes del acuerdo nuclear iraní en 2015, el francés Jean-Yves Le Drian, y el británico Jeremy Hunt.
El secretario de Estado norteamericano quería "compartir algunos detalles de lo que hemos dicho públicamente", indicó el enviado estadounidense para Irán, Brian Hook, para quien Teherán "debe entablar conversaciones en lugar de amenazas".
La administración estadounidense de Donald Trump, que denunció el acuerdo con Irán en 2018 y reimpuso sanciones, aumentó la presión sobre Teherán, acusada de preparar ataques "inminentes" contra sus intereses en Oriente Medio.
El Pentágono anunció el viernes el envío de un buque de guerra que transporta vehículos, principalmente anfibios, y una batería de misiles Patriot a la región, además del despliegue de un portaaviones y bombarderos B-52.
A su llegada a la reunión de ministros de la UE y antes de reunirse con Pompeo, Hunt advirtió del "riesgo" de un "conflicto por accidente" en el Golfo "a raíz de una escalada involuntaria en ambos lados".
Teherán anunció el 8 de mayo que suspendía parte de sus compromisos en el marco del acuerdo nuclear e urgió a los europeos a sacar en 60 días a los sectores petrolero y bancario iraní del aislamiento causado por las sanciones estadounidenses.
De lo contrario, Irán amenaza con renunciar a otras restricciones impuestas a su programa nuclear. Los países europeos rechazaron este ultimátum y defienden sus acciones de cara a lograr este compromiso, como el Instex.
El canciller español, Josep Borrell, anunció este lunes que España estudia adherirse a este mecanismo ideado para esquivar las sanciones de Estados Unidos y posibilitar que "las empresas europeas sigan trabajando con Irán".
La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, que también conversó con su par estadounidense, aseguró que hasta ahora los iraníes "respetaron sus compromisos" y anunció las primeras transacciones con el Instex "en las próximas semanas".