Disparó nuevos misiles, justo cuando el enviado de Estados Unidos para la región visita Corea del Sur y en momentos en que el régimen comunista busca fortalecer su posición en las estancadas negociaciones nucleares con Washington.
"El ataque con fuego artillero" fue confirmado por la agencia norcoreana horas después de que fuera anunciado por el Ejército surcoreano.
Corea del Norte realizó el sábado pasado ejercicios militares y disparó múltiples proyectiles, entre ellos aparentemente un misil de corto alcance, lo que por primera vez en meses activó alarmas en toda la región.
Corea del Norte no probaba un misil desde noviembre de 2017, poco antes de que un rápido deshielo diplomático alivió altas tensiones en la península y permitió una histórica cumbre entre su líder, Kim Jong-un, y el presidente estadounidense, Donald Trump.
Pero su segunda cumbre, celebrada en febrero pasado en Vietnam, culminó sin un acuerdo para limitar el programa nuclear norcoreano a cambio de un alivio de sanciones, lo que dejó al liderazgo del país sumamente frustrado.
El enviado especial estadounidense para Corea del Norte, Stephen Biegun, arribó a Seúl anoche para mantener conversaciones con funcionarios surcoreanos sobre la estrategia de ambos países hacia Pyongyang, en su primera visita desde la cumbre de Hanoi.
Corea del Norte disparó "lo que parecen ser dos misiles de corto alcance" que volaron hacia el Este 270 y 420 kilómetros, respectivamente, dijo el Estado Mayor Conjunto (EMC) surcoreano en un comunicado.
La Presidencia de Corea del Sur calificó el lanzamiento de hecho "profundamente preocupante que no contribuye a mejorar las relaciones intercoreanas ni con los esfuerzos para aliviar tensiones militares", informó la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
El EMC dijo que los lanzamientos parecían haberse realizado en Sino-ri, en la provincia de Pyongan del Norte, 75 kilómetros al noroeste de Pyongyang, la capital.
En esa zona se encuentra una de las bases de misiles de Corea del Norte, que según expertos extranjeros alberga una unidad del tamaño de un regimiento equipada con misiles balísticos de mediano alcance Nogong-1.
Biegun se reunió hoy con su par surcoreano Lee Do-hoon y mañana mantendrá conversaciones en la Cancillería y el Ministerio de Unificación para trabajar en la estrategia conjunta respecto a Corea del Norte.
Estados Unidos tiene a 28.500 soldados desplegados en Corea del Sur desde el fin de la Guerra de Corea, para defender a su aliado capitalista de su vecino comunista.
Tras el lanzamiento del sábado pasado, tanto ambas Coreas como Estados Unidos se abstuvieron de hablar de un misil -en cambio usaron la palabra "proyectil"-, ya que esto podría poner en riesgo la continuidad de las negociaciones porque violaría resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Pyongyang insistió hoy más temprano con que lo del sábado fueron "maniobras de rutina" realizadas dentro de sus propias aguas territoriales y dijo que los "objetos voladores" no representaron ninguna amenaza ni para Estados Unidos, Corea del Sur o Japón.