Los primeros resultados de la autopsia realizada al soldado R.A.G. (21), hallado con un disparo en la cabeza este martes dentro del perímetro de la Quinta de Olivos mientras cumplía funciones de seguridad, sugieren que se trató de un autodisparo. Si bien el informe final aún está pendiente, los datos preliminares de la Morgue Judicial señalan signos corporales compatibles con un suicidio. La jueza Sandra Arroyo Salgado interviene en el caso, que generó conmoción por haberse producido en la residencia presidencial.

Detalles de la Investigación y la Carta de Despedida

La familia del soldado reconoció el cuerpo y la carta que dejó con los motivos del aparente suicidio, según trascendió de fuentes judiciales. Tanto el Juzgado de Arroyo Salgado como la Fiscalía, a cargo de Federico Luspa, brindaron detalles de la investigación a los familiares, quienes están recibiendo contención psicológica y médica.

El perito Luis Olavarría, con experiencia en casos similares, analizó el contexto del hecho, al que calificó como un "escenario criminal crítico" debido al pequeño tamaño de la garita donde fue hallado el joven. Basado en el uso del fusil FAL, Olavarría indicó que, de confirmarse el autodisparo, el orificio de ingreso del proyectil debería ser intraoral (dentro de la boca) o submentoneano (debajo del mentón), ya que esa posición es la más "cómoda" al disparar con un arma larga de esas características.

Olavarría advirtió que un resultado negativo de residuos de disparo en la mano del soldado -el examen que suele confirmar el suicidio- no necesariamente debe ser interpretado como signo de homicidio. Es "frecuente que dé negativo en casos de armas largas como es el del soldado", explicó el experto.

El Enigma del Disparo No Escuchado

Uno de los factores que generó extrañeza fue que el joven habría sido encontrado tras varios intentos fallidos por comunicarse con él por parte de otros soldados. El hecho de que nadie haya escuchado el disparo del FAL dentro de un lugar altamente custodiado llamó la atención.

Sin embargo, para el perito, este factor no es inusual. Aunque el fusil FAL es muy potente y genera un ruido considerable, Olavarría explicó que la audición depende de la ubicación del testigo y el contexto. El hecho de si la garita estaba abierta o cerrada, sumado a los ruidos ambientales (como el de las motos), puede hacer que un testigo no relacione el sonido con un disparo, o incluso que no lo perciba. Según su experiencia, "no sería raro que alguien haya escuchado el ruido, pero no lo haya relacionado con el disparo del FAL".