El cónsul de Chile en la ciudad de Córdoba, Frank Sinclair, hijo de un integrante de la junta militar que encabezó Augusto Pinochet, fue destituido tras revelarse una investigación que lo vincula con una red de tráfico de inmigrantes procedentes de India y Nepal, por la que también fue separado otro cónsul, Gustavo Cantuarias, en Dublin.
Según la justicia chilena, Sinclair constituyó en 2014 una sociedad llamada MC Institute, “que tendría entre sus propósitos facilitar el intercambio de personas en Chile para realizar determinados cursos y posteriores trabajos en el país”, señaló, en conferencia de prensa, Manuel Guerra, encargado de la investigación en la Fiscalía Oriente de la Región Metropolitana.
Para obtener el visado en Chile, los estudiantes presentaban certificados del centro educacional Multicultural Institute of Education Ltda., una sociedad que fue creada por el mismo Sinclair junto a Christian Chaguán y Jitendra Khatwani, también vinculados a la causa.
Según la investigación de la Policía de Investigaciones (PDI, una fuerza policial civil para delitos complejos), pese a que Sinclair se desligó formalmente de la sociedad en 2015 y la traspasó a su hija Josefina, seguiría vinculado a la entidad.
Explicó la investigación que además “la entidad se certificó falsamente, aprovechando la posición de Sinclair” -que tendría el 30 por ciento de la firma-, y advirtió que “se quiso acreditar que tenía un permiso del Ministerio de Educación, lo cual es falso”.
A los inmigrantes se les exigía una suma de 6.000 a 8.000 dólares para participar de los “cursos”, lo que significaba también que lograban la visa sin cumplir los requisitos.
Sinclair, hijo de Santiago Sinclair, un ex vicecomandante del Ejército y miembro de la junta militar de la dictadura entre 1988 y 1990, también se desempeñó como cónsul en Neuquén, Brasil, Kenya y Bolivia.
Sinclair y Cantuarias pueden recibir una pena de hasta cinco años de cárcel por el delito de tráfico ilícito de inmigrantes. Las pesquisas estiman que los integrantes de la empresa habrían sumado cerca de un millón y medio de dólares de ganancia desde 2014.
Al menos 160 inmigrantes que ingresaron de esta forma aún viven en Chile, sin que se sepa el número exacto de personas que emigraron a Estados Unidos tras su paso por el país, ya que según la fiscalía “se ha podido comprobar que estas visas fueron utilizadas para usar Chile como un lugar de paso”, cerró el fiscal adjunto Manuel Guerra.
Cantuarias había trabajado en la sede consular de Nueva Delhi desde 2014 hasta inicios de este año.
Los ahora destituidos cónsules enfrentarán a la justicia en una audiencia de formalización fijada por el Ministerio Público.
“El Ministerio de Relaciones Exteriores reafirma su total rechazo a cualquier situación o conducta irregular, en especial en el caso de nuestros consulados en el exterior, entre cuyas tareas primordiales está asistir a los ciudadanos chilenos”, insistió la cartera de RREE.
Las destituciones, con el obvio regreso al país de ambos ex funcionarios, se dan en medio del debate por la decisión del presidente Sebastián Piñera de no adherir el Pacto mundial para la migración segura, ordenada y regular de Marrakech.
El viernes, Piñera explicó que Santiago no adheriría al pacto, que sí firmarán 150 países, porque el texto “contradice algunos de los principios de la propia política de migración y no resguarda los legítimos intereses de los chilenos”.