Los investigadores descartaron el móvil político y confirmaron que el blanco del crimen era el funcionario asesinado y no el legislador riojano
En la noche de ayer, Luis Cano, familiar de Rafael Cano Carmona -cuñado de Juan Jesús Fernández, titular del Volkswagen Vento que se usó en el ataque en donde fueron baleados el funcionario Miguel Yadón y el diputado radical Héctor Olivares a dos cuadras del Congreso y autorizado por cédula a manejar el vehículo-, fue detenido en un edificio de la avenida Rivadavia al 1611 en Montserrat, a escasa distancia del lugar del hecho. La detención fue realizada por la Policía Federal: la fiscal del caso, Estela Andrades, acusa a Luis Cano de encubrir el crimen.
La detención no está muy lejos del núcleo crítico de la causa. Hoy, la principal hipótesis que maneja la Justicia, apunta, precisamente a la familia Cano, y a Rafael Cano Carmona mismo.
Durante la tarde de ayer, voces en el Gobierno y en las fuerzas de seguridad se desviaron de la idea de que el ataque que le costó la vida a Yadón y que dejó a Olivares al borde de la muerte se trató de un crimen político, de un ataque sicario encargado por un rival.
En la madrugada de hoy, dos altas fuentes con acceso a la investigación confirmaron a Infobae la principal teoría que manejan los investigadores hasta el momento: Yadón habría tenido un vínculo con la pareja de Rafael Cano Carmona, una joven mujer de la comunidad gitana, lo que motivó el ataque, un crimen altamente torpe y descuidado en los parámetros de cualquier delito. La patente del Vento fue rápidamente detectada y la Dirección Nacional de Registro del Automotor entregó la información de su titular y su conductor autorizado. Todos ellos tenían domicilios a pocas cuadras del crimen. Podrían haber cambiado la patente, empleado una robada, una falsa. No lo hicieron.
El planeamiento para balear a Olivares y a Yadón, a simple vista, parece nulo.
Cano Carmona, dedicado al rubro del transporte según datos de la AFIP, con domicilios históricos en Ibarlucena, Santa Fe, fue el primero en caer: la Federal lo encontró ayer por la tarde en un departamento de la calle Yrigoyen al 1300, que era su domicilio fiscal, su dirección más sencilla de encontrar. Será indagado en la mañana de hoy, luego de pasar la noche en una celda de la división Homicidios de la Federal.
La casa de Fernández, un departamento también en Congreso sobre la avenida Belgrano, también fue allanada ayer por la tarde luego de que cuatro policías de civil montaran una vigilancia en su puerta durante la mañana. El dueño del Vento, dedicado en los papeles a la venta ambulante de comida, todavía no fue encontrado, como tampoco su hijo. Son las últimas piezas sueltas del rompecabezas.