La ex presidenta del Brasil Dilma Rousseff aseguró que los gobiernos de derecha de la región están creando "un movimiento persecutorio" contra las minorías y la dirigencia opositora.
Invitada por la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), Rousseff asistió al acto del "Comité Argentino por la Libertad de Lula" y Justicia por Marielle en Buenos Aires".
Rousseff se presentó acompañada por el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel; los diputados y diputadas nacionales, Victoria Donda, Gabriela Cerruti, José de Mendiguren; rectores de universidades, dirigentes sociales y sindicales y personalidades del arte y la cultura.
"El golpe no fue contra Lula, Dilma o el Partido de los Trabajadores, fue contra un pueblo que se animó a construir la justicia social en el continente más desigual del mundo", presentó Nicolás Trotta, rector de la UMET y promotor de la visita de la ex presidenta de Brasil.
Rousseff denunció la persecución contra las minorías: "Marielle investigaba, por eso la asesinaron. También representa la mujer brasileña que sufre violencia y que tuvo en nuestro gobierno leyes que la protegían. Marielle era negra, representa también todo lo que hace hoy a la segregación migrante. También representa el rechazo a permitir vivir la sexualidad".
"Estoy feliz que acá tenemos un momento de solidaridad argentino-brasilera. Argentina hace una manifestación de solidaridad con dos brasileros, un hombre y una mujer, ambos luchadores por la mejoría del mundo, Latinoamérica y de Brasil", agradeció.
Según dijo, "están creando en la sociedad un movimiento persecutorio y paranoico. Brasil es el segundo país negro, luego del continente africano. La esclavitud marcó la formación del pueblo brasilero", expresó Rousseff.
Y agregó: "Había una integración de diferentes movimientos, este fue un proceso que se tornó incompatible para algunos en Brasil, que participen indios, negros, mujeres, movimientos LGTB, movimientos trabajadores".