El riesgo país ronda los 1.300 puntos, el más bajo en cuatro años. Analistas explican los motivos y cuándo se podría volver al mercado internacional
El arranque de abril en el mercado cambiario y financiero fue más que auspicioso, el dólar blue el cayó por debajo de barrera psicológica de $1.000, las divisas financieras profundizaron la tendencia bajista, y el riesgo país se ubicó en 1.300 puntos con lo cual alcanzó su menor nivel en cuatro años. En tanto, el Banco Central siguió acumulando reservas al sumar en la semana un saldo neto comprador de u$s1.032 millones con lo cual las compras netas superaron los u$s12.400 millones en la era Milei. Los analistas prevén que el riesgo país seguirá descendiendo en la medida que se consolide el superávit fiscal y la acumulación de las reservas, y auguran que la calma cambiaria continuará si se mantiene el dólar blend que permite liquidar el 20% al CCL y hay buen flujo de liquidación de la cosecha gruesa.
El riesgo país es un índice que elabora el JP Morgan que refleja la sobretasa que paga un país financiarse respecto al bono del Tesoro de los Estados Unidos a 10 años. El riesgo país argentino -o sea el sobrecosto que pagan los bonos soberanos - cerró el viernes en 1.302 puntos con lo cual bajó 4,38% en relación a la jornada previa, aunque durante la rueda llegó a estar en 1.293 puntos ,
Tobías Pejkovich, economista de Facimex Valores indicó que ese es el nivel más bajo "desde septiembre de 2020", en los días posteriores a la reestructuración de la deuda soberana que realizó el ex ministro de Economía Martín Guzmán.
Para Pejkovich, "el principal driver de la abrupta caída del riesgo país en los últimos meses se debe a la corrección de los desequilibrios macroeconómicos tras el cambio de gobierno, con un BCRA que compró más de u$s12.000 millones en el mercado de cambios y acumula reservas netas con fuerza y con un Tesoro que alcanzó superávit primario fiscal y financiero en el primer bimestre del año".
En sintonía, el economista Federico Glustein afirmó que las causas que impulsan la baja del riesgo país son varias: "el ordenamiento de las variables macro, con una mejora en los indicadores de déficit fiscal y en la cuenta financiera, una desaceleración de la inflación, y una acumulación fuerte de reservas internacionales, de más de u$s 12.000 millones desde desde la devaluación, sobrecumpliendo la meta del FMI pero también fortaleciendo el perfil de bonos del Tesoro, mostrando voluntad de pago y no default, enviando claras señales al mercado".
A su vez, la economista Natalia Motyl atribuyó la caída a una serie de factores, al señalar destacar que en el plano local "se están saneando las cuentas fiscales, mejora la situación de la balanza comercial, se acumulan reservas y mejora la calidad institucional con un gobierno más pro mercado, a lo que se suma un contexto internacional más favorable por el anticipo de reducción de tasas de interés de la FED, genera un atractivo hacia activos locales".
Asimismo, el analista financiero Gustavo Ber manifestó que "la vertiginosa reducción del riesgo país refleja las fuertes apuestas de los inversores por los bonos en dólares, alentados por los progresos principalmente en el superávit fiscal y la acumulación de reservas".
Eugenio Marí, economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso alegó que "con las herramientas que tiene disponibles, el Ejecutivo puede seguir avanzando en consolidar las cuentas públicas y la mejora patrimonial del BCRA, y con esto, el riesgo país seguirá bajando".
"Para tener los niveles de riesgo que vemos en otros países de la región se necesita avanzar en varias reformas estructurales que mejoren el clima de inversión e impulsen el crecimiento.Hay un piso a la baja del riesgo país que está determinado por la voluntad política de nuestros representantes; cuánto más consenso haya para ir hacia una economía más libre, más rápida será la baja del riesgo", aseveró.
Juan Manuel Franco, economista jefe del grupo SBS sostuvo que "el nivel de compresión del spread de riesgo país tendrá como fundamento la capacidad del gobierno de normalizar de forma sostenible la economía", y acotó que "por el momento, consideramos que la caída actual se debe a que el mercado asigna una buena probabilidad a que el gobierno logre tener éxito".
Pejkovich cree que "hacia adelante, el riesgo país seguirá bajando, especialmente si se consolida el superávit fiscal primario y la acumulación de reservas en los próximos meses".
A su vez, Pedro Siaba Serrate, jefe estratega de PPI, alegó que "a mediano plazo, la ejecución del plan fiscal, que fue muy exitosa en el primer bimestre del año, debería lograr un carácter más sostenible o duradero en el tiempo, lo cual requiere aprobar alguna ley mediante el Congreso y percibir que los cambios estructurales puedan ser permanentes".
"De ser así, el rendimiento de la argentina podría converger a niveles similares a países con una calificación un escalón por encima de la nuestra (B-), tales como Egipto y Turquía. Acá hablamos de rendimientos que van desde el 9% al 11%, un riesgo país de entre 500 y 700 puntos básicos, pero es una meta que no es de corto plazo, sino de mediano/largo plazo", enfatizó.
Los analistas argumentan que con la baja del riesgo país las chances de acceder al mercado de deuda aumentan aunque creen todavía queda camino por recorrer y vislumbra ese retorno recién para fin de año o en 2025.
Al respecto, Pablo Repetto, jefe de research de Aurum Valores resaltó que "desde enero proyectamos que el riesgo país bajaría 1.200 puntos para mediados de año, parecería que va más rápido de lo previsto probablemente por el efecto del ajuste fiscal". Y avizora que "para el cuarto trimestre podría estar en torno a 1.000 puntos y recién en 2025 salir a mercados internacionales".
Marí recordó que "la última emisión de crédito en los mercados internacionales fue en 2018, cuando el riesgo país rondaba los 500 puntos básicos" y afirmó que "para volver a esos niveles de riesgo aún nos falta un largo trecho, pero es un objetivo que se podría cumplir en 2025".
De igual mirada, Motyl opinó que el riesgo país "debería caer más cercano a los 500 puntos que teníamos en 2018/19 para volver al mercado financiero internacional" y estimó que "puede ocurrir más para el segundo semestre, ya que todavía se vienen meses complicados en términos de obligaciones y reservas".
Para Ber, "de continuarse en el sendero de ordenamiento de la economía, el riesgo país seguiría en descenso y hacia comienzos del año próximo - cuando podría aproximarse hacia los 800 puntos básicos. - regresar a los mercados de deuda internacionales".
Por su parte, Pejkovich subrayó que "a pesar del rally reciente, los bonos soberanos en dólares siguen subvaluados contra sus comparables más cercanos de países como Ecuador, Pakistán, El Salvador y Nigeria; se trata de países que están en conflictos bélicos, atraviesan crisis de seguridad interna o crisis políticas".
"El retorno de la Argentina a los mercados de capitales internacionales, no descarto que sea factible en 2025, siempre y cuando persista la acumulación de reservas y el superávit fiscal de manera sostenible. No hay que perder de vista que en 2025 Argentina deberá afrontar vencimientos por más de u$s9.000 millones entre bonos Globales y Bonares", argumentó.
En ese sentido, Franco sostuvo que "varias de las mejoras, para sostenerse en el tiempo, requerirán de reformas o medidas de fondo que puedan dar mayor previsibilidad", por lo cual para volver al mercado internacional "el trabajo tendrá que solidificarse en los próximos meses, dado que en 2025 vencen u$s9.200 millones de bonos en dólares".
En este contexto de caída del riesgo país, y más acumulación de reservas ante una mayor liquidación de los exportadores, el dólar blue y las divisas financieras, Contado con Liquidación (CCL) y MEP consolidaron una tendencia bajista. El dólar informal cerró el viernes en $985, con lo cual tuvo una baja semanal de $25, en tanto que el CCL y el MEP finalizaron en $1.048,61 y $1.00,88 con descensos en la semana de 3,4 % y 1,5 %, respectivamente.
Al respecto, Glustein destacó que "la acumulacion de reservas por compras de divisas profundizó la caída de los dólares financieros y el blue, en un marco de cepo, caída de importaciones, más ingresos por el agro y menor compra para ahorro y turismo, junto con el dólar blend que permite liquidar el 20% al CCL".
Ante este panorama, Glustein dijo que en el corto plazo al dólar blue "lo veo debajo de $1.000, no hay demanda que justifiquen una suba en los próximos días, así como se denota cierta estabilidad del mercado. Y vislumbra que el CCL "posiblemente ronde en un rango entre $1.020 y $1060, dependiendo las liquidaciones diarias".
De igual diagnóstico, el operador Gustavo Quintana señaló que "las necesidades de pesos influyen en el blue, poca demanda frente a la oferta presionan (a la baja) la cotización, y también hay un efecto contagio derivado de los fuertes ingresos que se vieron estos días del sector exportador". Y añadió que "estamos frente al comienzo de la comercialización de la cosecha gruesa, algo que seguramente se irá incrementando con el correr de los días, razón por la cual, salvo algún imponderable político, no parecen anunciar cambios muy drásticos en estos niveles".
En sintonía, Ber espera que "frente al exceso de divisas que se acentuará por la cosecha" los dólares financieros "podrían descender otro escalón, y ubicarse entre $ 950 y $ 1.000, más allá del atraso cambiario que se viene acumulando, dado que los flujos de sobreoferta siguen al mando a corto plazo".
Para Adrián Yarde Buller, director de Facimex, "mientras el dólar exportación 80-20 se mantenga creemos que los flujos van a seguir dominando y va a seguir siendo un factor que va a mantener anestesiados a los dólares financieros y relativamente baja la brecha contra el dólar de importación".
Motyl comentó que "por ahora no veo presión en dólares financieros, pero habrá que ver la liquidación del agro" y sostuvo que "el valor de equilibrio lo veo en $1.000 hasta mayo, es un piso para mí".
Por su parte, Franco concordó que el descenso del CCL y MEP "obedeció a la oferta de dólares por el esquema 80-20% de liquidación de exportaciones, como a (menor) demanda por la recesión y deterioro real de ingresos y stocks en pesos". Y vaticinó: "Creemos que, pese a que si los flujos son fuertes podría bajar más el dólar, el nivel actual puede resultar atractivo para que perfiles conservadores dolaricen carteras".
Asimismo, Repetto advirtió que "los dólares paralelos son los activos más baratos del mercado y creo que pronto serán una fuente de incertidumbre por la reacción que podría tener un ajuste abrupto en algún momento".
A su vez, la consultora LCG planteó: "los exportadores empiezan a liquidar sus exportaciones y quienes se habían dolarizado en exceso liquidan activos para compensar la pérdida de poder adquisitivo y la licuación de riqueza de losúltimos meses. El corolario es una baja de las cotizaciones paralelas y el achicamiento de la brecha cambiaria a niveles del15%, los más bajos desde diciembre 2019. Pero persisten las dudas sobre cuán duradera o transitoria es esta situación.Y ello dependerá en buena parte de las expectativas dedevaluación". (IProfesional)