El presidente de EE.UU. advirtió que "podría llevarse" partidos si persisten las protestas y cuestionó a la alcaldesa Michelle Wu. Extendió la advertencia a otras sedes y sugirió incluso mover Los Ángeles 2028.
Donald Trump volvió a colocarse en el centro de la polémica internacional al amenazar con retirarle a Boston su condición de sede del Mundial 2026 si no cesan los disturbios y protestas contra su gobierno. "Podríamos llevarnos los partidos del Mundial de Boston", afirmó durante un evento en el que también participó el presidente argentino, Javier Milei.
El mandatario justificó su postura con críticas a la alcaldesa Michelle Wu: "No es buena. Es izquierda radical y se están apoderando de partes de Boston". Y añadió: "Si alguien está haciendo un mal trabajo y siento que hay condiciones inseguras, llamaría a Gianni Infantino, que es fenomenal, y le diríamos que lleváramos la sede a otro lugar".
La advertencia no se limitó a Boston: Trump también apuntó contra Seattle y San Francisco, ciudades designadas como sedes mundialistas, cuyos gobiernos calificó de "lunáticos de izquierda radical". En paralelo, se refirió a Los Ángeles, próxima anfitriona de los Juegos Olímpicos 2028, y aseguró que podría "trasladar el evento a otro lugar" si considera que no habrá condiciones adecuadas de seguridad.