Ni merengues ni azulgranas transitan un buen momento en la liga española. Con las ausencias del argentino y el portugués ambos equipos deberán ingeniárselas para convertir
Todas las miradas estarán puestas en lo que ocurra en el Camp Nou. Será el 177º enfrentamiento por liga entre ambas potencias de Europa, en la que el Real Madrid suma 72 triunfos por 70 del Barcelona.
Un torneo local en el que ninguno de los dos grandes del país está en su mejor nivel. Dos entrenadores cuestionados, uno más que el otro, por lo realizado hasta la última fecha, en la que el conjunto culé pudo sacar la cabeza para respirar tras el 4-2 contra el Sevilla, mientras que los Merengues, continúan ahogándose en derrotas inesperadas.
Con la ausencia de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo en cancha después de 11 años, el morbo que generará el resultado será el plato principal de la décima jornada del fútbol español.
Ambos equipos están obligados a ganar no sólo por tratarse del Clásico. Los de Ernesto Valverde deben conseguir un triunfo para escaparse de los cuatro clubes que lo acechan en la tabla general, de lo contrario, podrían caer hasta el quinto puesto.
Julen Lopetegui deberá sumar de a tres para evitar una posible destitución y el equipo tendrá que intentar "renacer" para dejar atrás un pésimo inicio de liga en el que cosecharon un récord negativo histórico para la institución.
El presente del Real Madrid
A Lopetegui no le queda otra opción que ganar. Después de encadenar cuatro partidos sin victorias por liga, su futuro está en la cuerda floja. La partida de Cristiano Ronaldo claramente le afectó de sobremanera al club, y la estadística que lo avala es la cantidad de minutos que pasó sin convertir: 481. Nunca en sus 116 años pasaron tanto tiempo sin gritar un gol.
Los merengues están obligados a quedarse con los tres puntos para salir del séptimo puesto en el que se ubican hoy en día. Una posición inusual para la entidad presidida por Florentino Pérez; una ubicación en la que, si el torneo cerrara hoy, no clasificarían ni a Champions League ni a Europa League.
Un equipo deslucido, que carece de un líder tanto dentro como fuera del campo, tendrá que salir con el cuchillo entre los dientes y demostrarle a su afición que están capacitados para remontar la situación.
La crisis del Barcelona
Si bien los azulgrana se ubican primeros con 18 puntos, lejos están del gran comienzo que tuvieron en la temporada anterior en la que fueron reyes de España con la obtención de la Liga y la Copa. El torneo pasado, los culé tenían ocho victorias, un empate y ninguna derrota; Hoy acumulan tres igualdades y un fracaso, ante el Leganés por 2-1.
No sólo en esa estadística se puede evidenciar el traspié, sino también en la cantidad de goles sufridos: El Barcelona tiene 11 tantos en contra en nueve encuentros, mientras que el año pasado, a esta altura, sólo había recibido tres. Un registro que asusta y que pone el foco en la defensa. "Tenemos que ser más fuertes en lo defensivo. No puede ser que nos metan goles en todos los partidos", advertía el capitán Lionel Messi semanas atrás.
Nombres propios
Tras la partida de Xavi, Andrés Iniesta y Puyol, el Barcelona continúa en proceso de formación. Gerard Piqué, el referente en defensa no está en su mejor nivel, de hecho fue el culpable de varios errores en la última línea, como los empates ante el Valencia, el Bilbao, el Girona y la derrota ante el Leganés. Samuel Umtiti continúa con molestias en la rodilla izquierda y le dará paso a un inestable Clement Lenglet, quien aun no terminó de acoplarse al esquema.
El principal objetivo del "Txingurri" será que no le conviertan y, posteriormente, buscar el gol con un ataque diezmando, en el que no estará su arma letal Lionel Messi y su otro delantero estrella transita por un gran momento de sequía. Luis Suárez lleva cuatro goles (dos de penal) en 12 partidos jugados (contando los de Champions League).
LIONEL MESSI Y CRISTIANO RONALDO
Supieron repartirse el trofeo al mejor jugador del año desde el 2008 y en esta ocasión ninguno estará en cancha, algo que no ocurría desde el 23 de diciembre del 2007, en el que el argentino se perdía el Clásico por una rotura de bíceps femoral izquierdo, mientras que el portugués aun militaba en el Manchester United.
Ellos fueron el condimento principal del duelo durante los últimos nueve años (Su primer enfrentamiento fue el 29/11/2009). Los dos mejores futbolistas del planeta se medían ante los ojos de todos los aficionados del mundo, quienes hacían de jurado y esperaban por el gol de uno u otro durante los 90 minutos.
Una nueva lesión volvió a dejar afuera al astro argentino, que acumula 26 gritos contra el Real Madrid. El crack portugués, en tanto, con la decisión de irse a la Juventus le puso punto final a su lista de 18 goles vestido de blanco. En este enfrentamiento ambas escuadras deberán ingeniárselas para buscar un gol sin ellos.