El tercer partido quedó para los Raptors, que ganaron 123-109 en Golden State y tomaron ventaja de 2-1 en la serie
Sin Klay Thompson ni Kevin Durant, ambos lesionados, Toronto aprovechó las ausencias de peso y ganó el tercer juego de las finales de la NBA. Los Raptors superaron 123-109 a los Golden State Warriors y tomaron ventaja 2-1 en la series, gracias a una gran actuación de su estrella, Kawhi Leonard, y con la ayuda de varios de sus principales laderos.
El partido se le hizo cuesta arriba a los locales. Es que después de la victoria en el segundo encuentro que se disputó en la ciudad canadiense, otra mala noticia sucumbió en el corazón de los Warriors. A la baja indefinida de Durant, se sumó la de Thompson, otra de las claves ofensivas que tiene Golden State para buscar su tercer título consecutivo. Una molestia en el tendón de la corva de su pierna izquierda lo impidió jugar y cortó una racha de 101 partidos con presencia en partidos de postemporada. A pesar de su deseo de ingresar al campo, finalmente Steve Kerr no lo utilizó.
Desde el primer cuarto del juego se vio el dominio de Toronto, que aprovechó el aporte del camerunés Siakam y su poderío debajo del aro para sacar ventaja de 7 puntos (36-29). Fue Stephen Curry el motor que impulsó a los campeones de la NBA para mantenerse en juego: el 30 de los Warriors sumó 25 puntos en la primera mitad, en la que sólo descansó tres minutos.
Pero en el resto del partido siguió incandescente, siendo la primera opción anotadora, lo que le permitió al escolta terminar con 47 puntos, su mayor registro histórico en los playoffs de la NBA, y por ende, su marca más alta en las cinco finales que jugó hasta hoy. Terminó con una planilla de 8-17 en dobles, 6-14 en triples y 13-14 en libres; además ayudó a su equipo con 8 rebotes, 7 asistencias y 2 recuperos en las estadísticas finales.
Después de perder en casa, Toronto se quedó con el primer juego que se disputó en el Oracle Arena. Y lo hizo gracias a otra performance convincente de su estrella, Kawhi Leonard, que volvió a ser decisivo para la victoria de su equipo: cerró el duelo con 30 puntos (lo logró sólo con 17 disparos al aro, anotó 9), 7 rebotes y 6 asistencias. Pero, esta vez, el 2 de los Raptors no estuvo solo. Contó con la compañía, en ataque y defensa, de su ladero, Kyle Lowry (sumó 23 puntos y 9 rebotes) y el aporte en los triples de Danny Green (metió 6 triples para lograr 18 puntos).
"Lowry controló el juego y marcó el tono del partido", dijo Kerr, el coach de los Warriors, luego del partido. Además, analizó el valor que tuvo para su rival que, en cada oportunidad que su equipo se acercaba en el marcador, Toronto volvía a despegarse en el resultado. "Hay que darles crédito por eso", agregó el entrenador.
El otro protagonista en el triunfo de Toronto fue Serge Ibaka. El pivot español, de origen congoleño, puso su cuota de ayuda para que su equipo se pueda poner en ventaja en la serie que se juega al mejor de 7 partidos. Terminó con 6 tapas, la mayor cantidad en la historia en un mismo partido para un jugador en las finales de la NBA.
El próximo viernes será el cuarto partido de la serie (22 hora argentina), que también se jugará en la cancha de los Warriors. Sin el regreso confirmado de Durant, y con la incógnita de lo que sucederá con Thompson, se avecina que el resultado del juego 4 podría ser clave para el futuro de la serie.