La muerte de Jorge Lanata, uno de los periodistas más influyentes de la Argentina, ha generado una fuerte controversia no solo por su legado en el ámbito periodístico, sino también por la disputa que se desató entre sus familiares a raíz de su herencia millonaria. Lanata dejó una serie de bienes valiosos, entre los que se incluyen propiedades de lujo en varias ciudades y una colección de arte de gran valor. Entre los bienes inmuebles destacan su departamento en el Palacio Estruganou, una mansión en Punta del Este, un departamento en Manhattan y uno en Miami, además de una casa en la Zona Norte del Gran Buenos Aires.

El enfrentamiento más mediático se ha dado entre su esposa, Elba Marcovecchio, y las hijas del periodista, Bárbara y Lola Lanata. Durante la enfermedad del conductor, las tensiones se hicieron evidentes, con denuncias de las hijas sobre la falta de participación en las decisiones médicas y videos que mostraban a Marcovecchio tomando objetos de valor de la propiedad del conductor. La situación se complicó aún más con la deuda pendiente de uno de sus inmuebles, lo que aumenta la complejidad del reparto de bienes.

Dado que Lanata no dejó un testamento, sus bienes deberán dividirse en tres partes iguales entre su esposa y sus hijas. Además de las propiedades, la herencia incluye los derechos sobre sus programas de televisión, sus libros y columnas periodísticas, así como su destacada colección de arte, que en 2017 fue puesta a la venta con una subasta de 43 piezas. La disputa familiar por el patrimonio promete seguir siendo un tema de interés público mientras se resuelven los aspectos legales y financieros.