La aeronave, que había despegado a las 21:15 y sobrevolaba Córdoba, dio media vuelta tras una alerta del piloto sobre un posible pasajero en la bodega, lo que encendió la alarma entre tripulación y pasajeros.
Un insólito episodio se vivió anoche en un vuelo de American Airlines que cubría la ruta Buenos Aires-Nueva York y debió regresar al aeropuerto de Ezeiza tras detectar ruidos sospechosos en la bodega. La aeronave, que había despegado a las 21:15 y sobrevolaba Córdoba, dio media vuelta tras una alerta del piloto sobre un posible pasajero en la bodega, lo que encendió la alarma entre tripulación y pasajeros.
Marcos Calligaris, periodista y uno de los pasajeros, relató que el piloto primero comunicó que debían regresar a Buenos Aires por un problema no especificado, pero pidió tranquilidad a los ocupantes. Poco después, les informó que se trataba de ruidos consistentes con la presencia de una persona en la bodega, lo que encendió las alarmas por posibles riesgos de seguridad.
El regreso a Ezeiza incluyó un despliegue de emergencia, con camiones hidrantes y ambulancias preparadas para el aterrizaje, debido a que el avión estaba cargado de combustible. Al descender, un equipo del Grupo Especial de Asalto Táctico (GEAT) y perros rastreadores realizaron una inspección minuciosa de la bodega, descargando contenedores uno por uno bajo estricta vigilancia policial.
Finalmente, el GEAT completó la revisión sin encontrar indicios de intrusos o anomalías. Pese a esto, la tripulación mantuvo su versión inicial, con una azafata afirmando que seguía escuchando los ruidos.