Además el sondeo de la UCA mostró que más de la mitad de los niños (56%) carece de servicios de desagüe, condición que propicia la propagación de enfermedades graves como el dengue.
La situación de la niñez en Argentina se ha vuelto crítica en un contexto de creciente pobreza. Según un informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA) y el Banco Hipotecario, más de la mitad de los niños argentinos (56%) carece de al menos un servicio público esencial, y el 15% no tiene acceso a agua corriente. Este estudio, titulado "Diagnóstico del Hábitat Infantil para un Desarrollo Sostenible", revela cómo la desigualdad social afecta desproporcionadamente a los más jóvenes.
El informe destaca que las condiciones de vida deficitarias afectan el desarrollo físico y cognitivo de los niños y adolescentes. Entre los problemas más frecuentes se encuentran la inseguridad en los vecindarios (77%), la falta de servicios públicos como desagües y pavimentos (56%), la presencia de drogas (54%), la ausencia de red de gas (53%) y la contaminación ambiental (48,6%). Además, la falta de sistemas cloacales afecta al 38% de los niños.
Otros problemas incluyen la precariedad habitacional (19%), el hacinamiento (18%) y la tenencia irregular de viviendas (10%). El informe subraya la necesidad de mejorar las condiciones de vida para favorecer el crecimiento y desarrollo de los niños, remarcando que las condiciones deficitarias impactan negativamente desde los primeros años de vida y continúan afectando su desarrollo posterior.
La falta de acceso a agua corriente es uno de los problemas más graves: el 15% de los niños no tiene acceso a este servicio esencial y un 20,5% vive con un servicio deficiente. Esto tiene graves consecuencias para la salud, exacerbando enfermedades y condiciones sanitarias críticas.
La desigualdad social y las carencias ambientales se manifiestan con mayor crudeza en los sectores más vulnerables, particularmente en el conurbano bonaerense y la región del Gran Tucumán. La Organización Mundial de la Salud (OMS) también ha destacado que la falta de agua potable y saneamiento adecuado contribuyen a la transmisión de enfermedades como el cólera, la hepatitis A y el dengue.
El estudio de la UCA, coordinado por Ianina Tuñón junto a Matías Majlar y Nicole Robert, muestra cifras alarmantes y resalta la urgencia de implementar políticas públicas que aborden estas necesidades básicas, con el objetivo de mejorar las condiciones de vida y desarrollo de la infancia argentina.