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Virales Arqueología

Esta es la cerradura original que usaron los egipcios para sellar la tumba de Tutankamón

Imagina ser un arqueólogo que explora las antiguas tumbas de Egipto y encontrarte con esta cerradura intacta de 3245 años. Esta fue la imagen que saludó a Howard Carter en 1923 cuando se preparaba para entrar por primera vez en la capilla recubierta de oro que conducía al sarcófago de Tutankamón.

Lunes, 18 de Febrero de 2019
Esta increíble fotografía fue tomada por Harry Burton en 1923. Muestra un sello aún intacto hecho de cuerda que aseguraba las puertas de una de las cuatro capillas superpuestas de la tumba de Tutankamón. El sello de la necrópolis representa a los cautivos arrodillados y a Anubis, el dios chacal de los muertos.

Las puertas exteriores de las capillas habían sido abiertas y saqueadas dos veces en la antigüedad, pero las puertas de la tercera capilla, que contenía el sarcófago real, todavía estaban selladas, una indicación de que su contenido estaría intacto.
La puerta fue abierta finalmente por el famoso arqueólogo y egiptólogo Howard Carter, lo que llevó al descubrimiento de una mina de tesoros antiguos.
Pero ¿cómo pudo la cuerda durar 32 siglos sin desmoronarse? Un artículo de Rare Historical Photos lo explica:
La cuerda es una de las tecnologías humanas fundamentales. Los arqueólogos han encontrado cuerdas de dos capas que se remontan a 28.000 años atrás. Los egipcios fueron la primera civilización documentada en utilizar herramientas especializadas para hacer cuerdas. Una clave por la que la cuerda duró tanto tiempo no es la cuerda en sí, sino la aridez del aire en el desierto, que seca y conserva las cosas. Otra clave es la privación de oxígeno. Las tumbas están selladas al exterior.
Las bacterias pueden descomponer las cosas mientras tengan oxígeno, pero luego se asfixian. No es raro encontrar cuerdas, tallas de madera, telas, tintes orgánicos, etc. en pirámides y tumbas egipcias que no hubieran sobrevivido en ninguna otra parte del mundo. Las condiciones desérticas de Egipto hicieron posible la preservación de mucho más material orgánico de lo que hubiera sido posible en otro lado.
Esto contrasta con, por ejemplo, los yacimientos mayas en Centroamérica que son mucho más recientes, pero de los cuales casi no se ha recuperado material orgánico. La principal diferencia es la selva frente a las condiciones del desierto.
Por alguna razón, la foto del sello no llegó hasta la cobertura original de la excavación de National Geographic, pero se hizo pública en 2003.