El géiser de Ear Spring, en el Parque Natural de Yellowstone, llevaba sin entrar en erupción desde 1957. El pasado 15 de septiembre lo volvió a hacer. El proceso dejó lo alrededores sembrados de algo más que rocas y agua. Además había centenares de pequeños objetos, todos hechos por el hombre.
Aunque hay muchos objetos que parecen haber caído a la fuente termal por error, hay muchos otros que son claramente basura, como latas de refresco o colillas de cigarrillo. Peor que eso es el hallazgo de decenas de monedas de diferentes épocas arrojadas al géiser por los turistas. Los conservadores del parque piden a los visitantes que se abstengan de arrojar objetos a los pozos porque aunque sean pequeñas monedas pueden dañar las fuentes termales modificando la composición o PH del agua.
De hecho, muchas fuentes exhiben hoy aguas turbias con extraños patrones de color debido precisamente a las bacterias que los turistas depositan allí al arrojar basura o una moneda para pedir el típico deseo.
La erupción de Ear Spring no es del todo rara. Los geólogos están registrando algunos cambios en la actividad volcánica que alimenta los géiseres del parque, lo que a veces hace que se activen fuentes que llevaban años dormidas, incluso cerca de senderos y zonas frecuentadas por los visitantes.
Mike Poland, científico a cargo del observatorio volcánico del parque explica que los cambios en estos géiser no son en absoluto preludio de ninguna erupción volcánica inminente. Tan solo son parte de la vida normal del enorme volcán que dormita bajo el parque.