· 
Mendoza
24°C
Entre noviembre de 2023 y diciembre de 2024, la deuda del Tesoro creció en US$ 41.130 millones, mientras que la deuda del BCRA se redujo en US$ 65.927 millones. Este ajuste fue fundamental para sanear la autoridad monetaria y contribuir a la reducción de la inflación.
Durante el primer año de la gestión de Javier Milei, la deuda pública consolidada de Argentina experimentó una disminución significativa de US$ 24.798 millones, alcanzando un total de US$ 466.836 millones, según un informe de la Fundación Libertad y Progreso. Esta reducción representa una baja del 5% en comparación con noviembre de 2023.
El análisis realizado por la Fundación abarca la deuda pública consolidada, que incluye tanto la deuda del Tesoro como la del Banco Central de la República Argentina (BCRA). A pesar de que la deuda bruta del Tesoro aumentó en términos absolutos durante este período, el estudio destaca un cambio clave en la composición de la deuda.
Entre noviembre de 2023 y diciembre de 2024, la deuda del Tesoro creció en US$ 41.130 millones, mientras que la deuda del BCRA se redujo en US$ 65.927 millones. Este ajuste fue fundamental para sanear la autoridad monetaria y contribuir a la reducción de la inflación.
Luego del anuncio de Luis Caputo, entra en vigencia la opcionalidad de marcar los precios en distintas monedas. Hay expectativa.
La Fundación Libertad y Progreso explicó que, durante la gestión anterior, el BCRA había emitido pesos para financiar al Tesoro, lo que resultó en una emisión de deuda para cubrir los intereses de esa emisión. Este mecanismo contribuyó a una dinámica hiperinflacionaria. Para frenar este proceso, el nuevo gobierno equilibró las cuentas del Tesoro y asumió la deuda del BCRA a través de un canje de Pases Pasivos por Letras Fiscales de Liquidez (LeFis). Esta medida permitió eliminar la emisión para el pago de intereses, lo que se considera un paso crucial para la reducción de la inflación.
Eugenio Marí, Economista Jefe de la Fundación, resaltó la importancia de mantener el déficit fiscal bajo control, destacando que "sin déficit, la deuda se irá reduciendo gradualmente en términos reales y también como porcentaje del PBI". Además, destacó que un menor déficit facilitaría el repago de la deuda y mejoraría la percepción de riesgo, lo que podría abrir la puerta a la reactivación de los mercados internacionales de crédito en 2025.
