El conflicto ya dejó más de 21.000 palestinos muertos y expulsó de sus hogares a alrededor del 85% de los 2,3 millones de habitantes de Gaza.
Fuerzas israelíes bombardearon ciudades y campamentos de refugiados del norte al sur de la Franja de Gaza y mataron a decenas de palestinos, con Israel decidido a redoblar una ofensiva de casi tres meses contra el movimiento islamista Hamas que se ha ampliado a casi todo el territorio y desplazado a varios miles de civiles, en medio de nuevas advertencias de la ONU por la crisis humanitaria en el enclave.
El conflicto ya dejó más de 21.000 palestinos muertos y expulsó de sus hogares a alrededor del 85% de los 2,3 millones de habitantes de Gaza. Gran parte del norte del territorio fue arrasada por bombardeos aéreos y por combates urbanos, y quedó mayormente despoblada y aislada del resto desde hace semanas.
Israel dijo esta semana que ampliará su ofensiva combinada aérea y terrestre a un tercer sector, al centro de la Franja de Gaza, tras atacar allí por aire campamentos de refugiados y acercar a ellos tropas y tanques, luego de que abriera un segundo frente de combates en la sureña ciudad de Khan Yunis a principios de diciembre.
En la enésima advertencia internacional por la situación de Gaza, el organismo de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa) dijo hoy que los civiles de la región "están lidiando con un hambre catastrófica” ante la falta de alimentos como consecuencia de un cierre de todas sus fronteras por parte de Israel.
"Cada día es una lucha por la supervivencia, por encontrar comida y agua”, dijo Thomas White, director de asuntos de Unrwa en Gaza, en la red social X, y agregó que "el 40% de la población ya corre el riesgo de sufrir hambruna”.
Israel ha prometido desmantelar a Hamas para evitar que vuelva a lanzar ataques como los del 7 de octubre, cuando milicianos del grupo infiltrados desde Gaza mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a otras 240, incluyendo a una veintena de argentinos.
Con información de Télam