La hija de la mujer apunta al hombre, que quedó detenido mientras avanza la investigación.
La desaparición de Rosmery Aramayo Torres, de 46 años, es un enigma que mantiene en vilo a la localidad salteña de Salvador Mazza desde el viernes 17 de enero. Ese día, Rosmery salió junto a su esposo, José Miranda, a bordo de una camioneta Ford Ranger roja y no se la volvió a ver.
Una cámara de seguridad captó el vehículo regresando desde Campo Durán, donde Miranda trabaja realizando fletes, hacia su hogar en el barrio Ferroviario. Sin embargo, en las imágenes solo aparece el marido al volante; Rosmery no está. Este detalle despertó las alarmas y la preocupación de la familia.
Kimberley Santillán, hija de la mujer desaparecida, señaló que su padrastro llegó a la casa, lavó la camioneta y se acostó a dormir, sin mostrar inquietud por la ausencia de su esposa. "El único culpable es José Miranda", afirmó la joven, quien viajó desde Tarija, Bolivia, para colaborar en la búsqueda.
El fiscal Armando Cazón ordenó la detención de Miranda como principal sospechoso. Aunque permanece en una comisaría, se ha negado a declarar, mientras allegados aseguran que no para de llorar.
Esta mañana se retomaron los operativos de búsqueda en áreas clave como el río Pilcomayo, Campo Durán y la Curva de Juan. En ellos participan fuerzas policiales, Bomberos y familiares, con el apoyo de vehículos municipales y equipos especializados. La comunidad espera respuestas para resolver el paradero de Rosmery.