El joven de 17 años fue atrapado por la policía cuando se dirigía en busca de sus víctimas. El hecho ocurrió en la zona de Carrodilla.
"Son ellos o yo". La frase la dijo un estudiante de 17 años que fue aprehendido armado el lunes a las 13 en el distrito Carrodilla, en Luján de Cuyo. El menor tenía pensado entrar al colegio al que asiste, el Ramón Fernández Lettry, y atacar a un grupo de compañeros que previamente le habían disparado a él.
Así lo entendieron efectivos de la Subcomisaría Lorenz de calle Terrada, quienes trabajaron en la captura del joven a pocos metros del establecimiento escolar ubicado sobre calle Ituzaingó del barrio Los Alerces.
La gravedad del suceso se potenció cuando descubrieron que el adolescente había grabado en algunas de las diez balas que había en el cargador los nombres de los compañeros a los que pretendía atacar. Así lo confirmaron a El Sol fuentes policiales que trabajaron en el procedimiento.
La reconstrucción del caso señala que fue un automovilista que circulaba en un Ford Ka el que advirtió al personal policial que un joven que vestía remera azul con pantalón blanco se encontraba armado. El testigo describió que lo había detectado en calles Los Abetos y Las Araucarias, es decir, a pocos metros establecimiento escolar.
El menor se encontraba en Las Araucarias y Los Abetos, hacia el sur del colegio Ramón Fernández Lettry, en el barrio Los Alerces.
Los efectivos, quienes realizaban tareas preventivas en una movilidad, se dirigieron hasta donde se hallaba e intentaron identificarlo. Sin embargo, el menor se dio a la fuga por las Araucarias hacia el sur. La corrida duró poco más de veinte metros, hasta que terminó reducido.
Al ser requisado, descubrieron que llevaba una pistola gris calibre 22 marca Bersa modelo Thunder con cachas negra, cargador y diez municiones punta hueca. Notificadas las autoridades judiciales, ordenaron que el menor quede aprehendido por la portación del arma y se notifique posteriormente a los progenitores y a las autoridades del colegio.
Con el paso de las horas, confirmaron que el adolescente tenía domicilio en el mismo barrio Los Alerces y que es alumno regular de quinto año. Por lo que averiguaron los pesquisas, el joven había resultado baleado hacía un tiempo por un grupo de sujetos a los que conocía.
"Había recibido tres impactos de bala en diferentes partes del cuerpo", detallaron a este diario. Además, cuando comenzó a hablar informalmente, aseguró que "si no reaccionaba o él iba a terminar muerto".
Las fuentes agregaron que "los proyectiles tenían nombres grabados y que había utilizado un cuchillo para eso".
Fuente: El Sol