Una jueza atendió el reclamo del denunciante y restringió las horas de vuelo en el primer, y único, aeropuerto low cost del país, El Palomar, desde donde operan las empresas de bajo costo Flybondi y JetSmart.
Una jueza atendió el reclamo del denunciante y restringió las horas de vuelo en el primer, y único, aeropuerto low cost del país, El Palomar, desde donde operan las empresas de bajo costo Flybondi y JetSmart. La medida sentencia que a partir del 28 de setiembre no podrán despegar ni aterrizar aviones desde la 22 hasta las 7 del día siguiente. Este freno judicial impacta directamente en el esquema de estas compañías y les quita entre un 20% y 30% de operaciones, que se traduce en igual medida a las utilidades.
Los ocho vuelos de Mendoza comprometidos pertenecen a Flybondi y JetSmart. La primera une a Mendoza con Iguazú, Buenos Aires y Neuquén; la segunda viaja a Salta, Tucumán, Buenos Aires, Neuquén y Bariloche. "Aún no podemos especificar qué ruta eliminaremos, pero seguramente, de persistir la orden judicial, tendremos que reestructurar todos los itinerarios", confirmó a Los Andes, Darío Ratinoff, gerente comercial de JetSmart.
Si bien los problemas se originaron en la capital del país, todas las rutas corren riesgo de desaparecer. Según explicó Ratinoff, "las empresas low cost operan circuitos alrededor del país que están pensados para aprovechar el tiempo al máximo y reducir el costo todo lo que sea posible". Estos circuitos, que no pueden superar las 8 horas, inician y terminan en El Palomar, razón por la cual las restricciones obligan a repensar todo el recorrido.
También compartió su postura Sebastián Pereira, CEO de Flybondi. "Lo más preocupante de esta medida es que afecta directamente a miles de trabajadores y pone en riesgo la sustentabilidad del negocio de la compañía. Por otro lado, coloca a toda la industria frente a una vulnerabilidad regulatoria enorme para los demás aeropuertos, como Aeroparque y Ezeiza, que operan en condiciones urbanas y operacionales similares o peores a las de El Palomar", indicó.
"Hay que tener en cuenta que la magnitud de esta decisión es nacional. Una medida basada en el derecho al descanso de un sólo vecino, será en detrimento del derecho a trabajar, a poder transportarse a bajo costo, e incluso a una mejor calidad de vida de miles de personas", comentó.
"Los gobiernos provinciales están muy preocupados por esta medida porque tiene un impacto directo en la oferta y conectividad que reciben sus provincias. Además, cada conexión aérea es un aporte enorme para las provincias ya que genera empleo directo e indirecto, y un gran desarrollo de las economías regionales", agregó Pereira.
De acuerdo las estadísticas publicadas por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), Flybondi transporta todos los meses a 14.750 personas desde o hacia Mendoza en vuelos de cabotaje y cuenta con 15 empleados en la provincia. En tanto, JetSmart transporta a 12.000 pasajeros al mes y trabaja de forma permanente con nueve empresas locales.
Haciendo una proyección solo de lo que resta de 2019, entre octubre y diciembre Mendoza perdería un flujo de 78.000 pasajeros. A nivel nacional, la afectación supera el millón de viajeros.
En cuanto a puestos de trabajo afectados, El Palomar emplea a 700 personas a nivel nacional, aunque el aeropuerto low cost ha significado una fuente laboral indirecta para más de 4.000 vecinos. "Si se efectiviza la medida no hay posibilidad de reubicar empleados. Mucha gente se va a quedar sin trabajo. Esto trae consecuencias muy graves", sentenció el ministro de Transporte de La Nación, Guillermo Dietrich, quien encabezó una conferencia de prensa en El Palomar, junto a los CEO de los aerolíneas afectadas.
La jueza federal de San Martín (provincia de Buenos Aires) Martina Isabel Forns, amplió en agosto la restricción para las operaciones nocturnas en el aeropuerto de El Palomar entre las 22 y las 7 del día siguiente, haciendo lugar a la medida cautelar presentada por el abogado Lucas Marisi, que dice representar a vecinos de Morón y Hurlingham.
En su fallo, la magistrada, que ya había emitido una resolución similar pero con restricción entre las 23 y las 6 del día siguiente, volvió a destacar el "derecho al descanso" y la "protección del ambiente sano" para los vecinos.
Casi de inmediato, la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) y las compañías aéreas JetSmart y Flybondi, apelaron la decisión, que ahora está a cargo de la Sala I de la Cámara de San Martín, integrada por Juan Pablo Salas, Marcos Morán y Marcelo Darío Fernández.
"Marisi está identificado con el kirchnerismo, al igual que sindicatos aeronáuticos que se vienen oponiendo al desarrollo de El Palomar. Hay un grupo de la oposición que quiere destruir todo lo logrado, pensando que dañan a un presidente o espacio político, pero en realidad atentan contra miles de ciudadanos", sentenció Dietrich.
Los cronogramas de vuelos de Aeropuertos Argentina 2000 permiten comprobar que actualmente hay cinco aviones que despegan todos los días antes de las 7 de la mañana y cinco aeronaves que aterrizan después de las 22. "Son 10 vuelos contra más de 60 de Aeroparque, un aeropuerto con características similares, en cuanto a cercanía con las urbanizaciones, a las de El Palomar", repitieron funcionarios y empresarios luego de calificar de "ilógica" la decisión tomada por Forns.
Pese a la restricción judicial en disputa, las obras para ampliar a El Palomar ya están en marcha. Aeropuertos Argentina 2000 invertirá $ 1.000 millones para ampliar la estación low cost.
Se sumarán 10.000 metros cuadrados y seis puertas de embarque a dos hangares construidos en la década del 50. "Vamos a mantener el ‘lenguaje industrial’ de la construcción original", confirmó Ignacio Vilanova, gerente de proyectos de infraestructura del Orsna.
Actualmente, El Palomar, el séptimo aeropuerto más grande del país, realiza 40 movimientos (aterrizajes y despegues) diarios, 1.200 por mes y recibe en promedio a 178.000 pasajeros mensualmente.
El modelo de negocio de las low cost es fácil de explicar pero complejo de llevarlo a la realidad: "Uno paga por lo que usa", simplificó el gerente comercial de JetSmart, Darío Ratinoff.
El esquema ultra low cost se puede dividir en dos grandes categorías: la compra del pasaje en sí (se puede armar un "combo" de vuelo adecuado a la necesidad del pasajero) y la logística de la empresa, que se focaliza en simplificar la experiencia del pasajero: vuelos de punto a punto, sin conexiones, sin beneficios para pasajeros frecuentes, sin salas de espera VIP en aeropuertos y, por sobre todo, tener los aviones en el aire la mayor cantidad de tiempo posible.
A diferencia de las aerolíneas tradicionales, en este modelo de negocios todo se cobra por separado. El precio irrisorio que siempre llama nuestra atención en las redes sociales, es el inicial. A esto hay que sumarle otros servicios como equipaje de cabina y bodega.