Según la Fiscalía, los detenidos eran seguidores del exiliado clérigo Fethullah Gülen
La Fiscalía turca ordena detener a más de mil policías por vínulos golpistas
Se les vincula con el fallido intento de golpe de Estado de julio de 2016 contra Recep Tayyip Erdogan, en el poder desde 2002.
La operación para detener a los sospechosos se ha llevado a cabo en todo el país ( en
76 de las 81 provincias).
Una décima parte son agentes hasta ahora en activo. El resto habían sido retirados o expulsados previamente del cuerpo policial para ser investigados por supuestos vínculos golpistas.
Según la orden de detención en el año 2010 la red de seguidores del exiliado clérigo islamista Fethullah Gülen, al que Ankara responsabiliza de la asonada, habría facilitado supuestamente el acceso de sus fieles al cuerpo policial.
Desde la intentona golpista, más de 8.500 miembros de las Fuerzas Armadas, entre ellos 150 generales, han sido expulsados de sus cargos por sus presuntas relaciones con la red de seguidores de Gülen, y la mayoría de ellos afrontan juicios en su contra, o han sido ya procesados.
Bajo la misma acusación, unas tres mil personas han sido detenidas el pasado mes, según el Ministerio de Interior.
La cifra total de los afectados supone aproximadamente el 3,5 % del personal militar que tenía Turquía antes de la asonada.