El presidente electo, que obtuvo el 54,96% de los votos, prepara su asunción para el 8 de noviembre con una agenda enfocada en inversión, empleo y comercio exterior. Anticipó una gestión "más pragmática que ideológica", viajes a EE.UU. para buscar apoyo financiero y diálogo con todos los sectores.
El presidente electo de Bolivia, Rodrigo Paz Pereira, marcó el tono de la próxima administración con un mensaje directo a la economía real y al sector productivo. "Se acabó la época de vivir del Estado", afirmó, en una señal de distancia con el modelo de la gestión saliente y de reordenamiento de prioridades. Con 58 años y tras imponerse con el 54,96% en el balotaje, alista su toma de posesión para el 8 de noviembre con un plan centrado en producción, inversión y apertura comercial.
"Vamos a atender a todos los sectores, pero es necesario que entiendan que, ahora, quien quiera relacionarse con el Estado debe hacerlo mediante la producción", sostuvo en sus redes. En la misma línea, insistió en que su gobierno será "más pragmático que ideológico" para atraer inversiones, y tendió la mano a actores políticos y empresariales. "Bolivia necesita trabajo, producción y comercio", remarcó, según consignó un informe de Xinhua.
En el frente externo, Paz Pereira busca proyectar apertura y equilibrio. Con su equipo económico tiene previsto viajar a Estados Unidos esta semana para reuniones con organismos multilaterales y con funcionarios de la administración de Donald Trump en busca de apoyo financiero. El mandatario electo señaló que Bolivia profundizará la cooperación con Estados Unidos, China y Europa, priorizando resultados concretos para la macroeconomía y el empleo.
En paralelo, avanza la transición de gobierno entre la gestión de Luis Arce y David Choquehuanca y el binomio Rodrigo Paz Pereira-Edman Lara, en el marco del Decreto Supremo N.º 5475, que habilita las actividades y actos protocolares para la transmisión de mando.