El índice de Gini, principal indicador de desigualdad, cayó a 0,506, el nivel más bajo desde el inicio de la serie histórica, en contraste con el pico de 0,545 en 2018
Brasil alcanzó en 2024 el menor nivel de desigualdad de ingresos de su historia, impulsado por un récord en el ingreso promedio real per cápita, según informó el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
El índice de Gini, principal indicador de desigualdad, cayó a 0,506, el nivel más bajo desde el inicio de la serie histórica, en contraste con el pico de 0,545 en 2018. Además, la brecha entre los ingresos del 1% más rico y el 40% más pobre se redujo a 36,2 veces, muy por debajo del récord de 48,9 veces alcanzado en 2019.
"El aumento del ingreso se dio con mayor intensidad entre las personas de menor renta, lo que contribuyó a reducir la desigualdad", explicó Gustavo Fontes, analista del IBGE. El experto destacó la influencia de la mejora del mercado laboral, el reajuste del salario mínimo y la ampliación de programas sociales.
El ingreso familiar real per cápita marcó un máximo histórico de 2.020 reales (unos 355 dólares), lo que representa un aumento del 4,7% respecto a 2023 y del 19,1% frente a 2012. La masa total de ingresos alcanzó 438.300 millones de reales (unos 77.308 millones de dólares), un 5,4% más que en 2023.
El ingreso proveniente del trabajo se mantuvo como el principal componente, representando el 74,9% del total, mientras que 143,4 millones de brasileños tuvieron algún tipo de ingreso en 2024. Dentro de ese universo, 101,9 millones provienen del empleo y 29,2 millones de jubilaciones o pensiones.
El informe destaca también el impacto de los programas sociales, que alcanzaron a 20,1 millones de personas, consolidando avances frente a la situación prepandemia y beneficiando especialmente a las regiones Norte y Nordeste del país.