La mitad de estos crímenes se cometieron en Colombia (64) y en Filpinas (43). Un 40% de las víctimas eran representantes indígenas, advirtió la ONG Global Witness.
El año 2019 marcó un récord mundial en el asesinato de ecologistas que luchan contra la deforestación, la minería o los proyectos agroindustriales, con un total de 212 víctimas, casi un tercio de ellos en Colombia, informó la ONG Global Witness este martes (28.07.2020).
"En momentos en que necesitamos proteger más que nunca al planeta contra las industrias destructivas y que emiten CO2, los asesinatos de defensores del medioambiente y la tierra nunca han sido tan numerosos" desde que contabilizan, en 2012, señaló la organización británica.
Líderes indígenas, guardabosques responsables de proteger la naturaleza o activistas ambientales. El informe anual publicado este miércoles supera las cifras de 2017, en que hubo 207 muertes. Y, como todos los años, "nuestras cifras seguramente están subestimadas", advirtió el informe.
En 2019 la mitad de estos asesinatos fueron perpetrados en sólo dos países: Colombia, que con 64 víctimas ocupa un lugar destacado en América Latina, que en su conjunto representa dos tercios del total de esta cifra y la sigue Filipinas, con 43 muertos.
En estos dos países, y en el resto del mundo, los representantes de los pueblos indígenas (40% de los asesinados en 2019) que viven integrados o cerca de la naturaleza "enfrentan riesgos desproporcionados de represalias" por defender "sus tierras ancestrales".
Global Witness también destacó que 33 activistas fueron asesinados en la Amazonía (la gran mayoría de ellos en Brasil), luchando contra la deforestación provocada por macroproyectos mineros y agrícolas.
Represión en aumento
En el contexto de una reconstrucción del mundo pos-covid más verde, la defensa y protección de los activistas ecologistas es "vital", enfatiza la oenegé que, por el contrario, constata una "intensificación de los problemas (...) con gobiernos de todo el planeta".
Habitantes de la comunidad de Ocampo, en el estado de Michoacán, México, participan en el homenaje al activista ecologista Homero Gómez González, defensor de la mariposa monarca y que fue encontrado muerto el 29 de enero de 2020.
En países como Estados Unidos, Brasil, Colombia y Filipinas políticos se han servido de la crisis sanitaria para hacer más draconianas las medidas para controlar a los ciudadanos y revertir las normas medioambientales que tanto costaron.
"Estrategias que van desde campañas de calumnias hasta juicios espúreos para silenciar a quienes luchan contra el cambio climático (...) incluso acusados de "delincuentes o terroristas".
Las mujeres, que representan el 10% de estas muertes, a veces son víctimas de violencia sexual.
Sin embargo, Global Witness expresó regocijo por las pocas victorias obtenidas por quienes considera son "valientes y tenaces" activistas.
Es el caso de los indios Waorani de la Amazonía ecuatoriana, donde la justicia bloqueó a la industria petrolera la entrada a sus tierras ancestrales. "Es por nuestros bosques y para las futuras generaciones", insistió Nemonte Nenquimo, uno de sus líderes. El gobierno apeló el fallo judicial.
Durante mucho tiempo sólo aventureros e investigadores navegaban por el Ártico. Pero ahora que el hielo se está derritiendo, los barcos mercantes también pueden pasar por allí. El 29 de agosto de 2008 marcó un punto de inflexión: por primera vez los Pasos Noreste y Noroeste estaban libres para su navegación, sin la necesidad de usar rompehielos. Desde entonces, este período es cada vez más largo.
El Paso Noreste tiene 6500 kilómetros de largo y desde Asia, pasando por Rusia y Noruega, conecta el Atlántico con el Pacífico. El Paso del Noroeste, que es algo más corto. En ambas rutas, los barcos atraviesan el estrecho de Bering y luego el océano Ártico. Esto solo es posible si la capa de hielo no obstruye el camino.
Para llegar desde Róterdam a Tokio, los barcos navegan por India y luego atraviesan el canal de Suez en Egipto. Este trayecto es 6000 kilómetros más lago que a través del Paso Noreste. Los barcos que viajan desde Asia hasta la costa este de Estados Unidos lo hacen por el Pacífico y luego atraviesan el Canal de Panamá. Una vez más, el Paso Noroeste es 4000 kilómetros más corto.
En el año 2009, la empresa “Beluga Reederei” envió por primera vez a dos barcos cargueros alemanes por el Paso Noreste. Desde entonces, el tráfico de buques ha aumentado en la región. El océano Ártico todavía no es tan transitado, porque la ruta solo está temporalmente libre, dice Burkhard Lemper, del Instituto para la economía y la logística en Bremen.
Es difícil asegurar cuánto va a avanzar el calentamiento en el Polo Norte. Pero "todo el mundo está de acuerdo en que el Ártico estará libre de hielo en los próximos 30 a 50 años", dice Christian Haas, del Instituto Alfred Wegener en Bremerhaven. Los investigadores describen al Ártico como libre de hielo cuando au superficie disminuye a menos 1 millón de kilómetros cuadrados durante el verano.
Los biólogos temen por la vida silvestre en el Ártico. Por ejemplo, las ballenas beluga, las ballenas de Groenlandia y las morsas están en peligro, indicaron los investigadores estadounidenses en julio en la Academia de Ciencias de los Estados Unidos. Habían investigado 80 poblaciones de mamíferos marinos y encontraron que más de la mitad de ellos viven a lo largo de los Pasos Noreste y Noroeste.
Los científicos temen que los narvales puedan sufrir las consecuencias del tráfico marítimo en el océano Ártico. Los mamíferos marinos siempre están en los hielos cerca de la costa. Llama la atención el colmillo helicodial del macho, que puede llegar a medir hasta 3 metros. Aquí una réplica en tamaño real en el acuario Ozeaneum en Stralsund, Alemania.
Los investigadores y ambientalistas exigen establecer pautas para el transporte marítimo en el Ártico: los buques deberían evitar los principales cotos de caza de las ballenas, adaptar sus tiempos de navegación a las submigraciones, reducir el ruido y la velocidad. "Esto todavía no existe en el Ártico, y es una gran diferencia con la Antártida", dice el biólogo Christian Bussau, de Greenpeace.
Según Bussau, experto de Greenpeace, sólo pasan por año 50 barcos por el Paso Noreste y Noroeste. La Asociación alemana de navieros habla de una cifra de dos dígitos. "No obstante, el tiempo apremia", dice Bussau, vaticinando que "a la larga, habrá mucho movimiento en el Ártico". Pero hasta ahora no hay regulaciones ambientales para el transporte marítimo en esta región.
Autor: Brigitte Osterath