Hasan Diab, de 60 años, un académico y exministro de Educación poco conocido hasta ahora, fue nombrado el jueves en una votación tras las consultas parlamentarias realizadas por el jefe del Estado, de conformidad con la Constitución.

Su nombramiento contó con el apoyo del Hezbolá y sus aliados, incluido el partido del presidente, pero no contó con el apoyo del principal bloque parlamentario sunita del país, presidido por el primer ministro saliente Saad Hariri.

La designación de Diab, que fue presentado como independiente y "tecnócrata", se produce dos meses después del inicio, el 17 de octubre, de un movimiento de protesta inédito en el país contra la clase dirigente y que llevó a la dimisión de Hariri doce días después.

Sin embargo, este nombramiento no calmó las protestas en la calle. Aunque Diab es sunita no tiene el apoyo de su comunidad, que le reprocha el respaldo del Hezbolá chiíta.

En Líbano, un país con varias religiones, el puesto de primer ministro suele corresponder a un sunita.