Uruguay permanecía en vilo tras el balotaje presidencial en el que el favorito opositor, Luis Lacalle Pou ,se imponía por una diferencia tan inesperadamente ajustada que, probablemente, habrá que esperar a mañana para confirmar oficialmente su triunfo.
Con 96,9% del escrutinio completado, Lacalle Pou aventajaba al oficialista Daniel Martínez por 31.468 sufragios de diferencia, una cantidad inferior a los 35.204 votos observados, que la autoridad electoral resolverá mañana.
Lacalle, del Partido Nacional (blanco), sumaba 1.169.630 votos, equivalentes a 48,8% de los sufragios totales, contra 1.138.162 (47,5%) de Martínez, del Frente Amplio (FA) gobernante, según los datos oficiales.
Fuentes políticas explicaron a Télam que, en general, los sufragios observados corresponden a militares, policías y adultos mayores que votaron en lugares diferentes de donde estaban empadronados, por lo que serán considerados válidos, y que no modificarán la tendencia de los resultados.
En cambio, sí esperaban que la diferencia tal vez se ajustara un poco más con las mesas que faltaban computar, porque las últimas que se cargan suelen pertenecer a los centros urbanos, más afines al FA.
El cuadro, inédito en la historia de la democracia uruguaya, trastocó planes y expectativas, y sumió en el silencio público a los dirigentes de ambos sectores, que analizaban la situación a puertas cerradas en sus respectivos comandos de campaña.
La sensación de que los pronósticos -que vaticinaban el triunfo de Lacalle Pou por entre cinco y ocho puntos porcentuales de diferencia- no se cumplían se tuvo una hora después del cierre de las urnas, cuando las firmas de opinión pública quedaban autorizadas para revelar los resultados de sus encuestas a boca de urna.
Pero entonces solo dos empresas lo hicieron -en ambos casos, con tres puntos de ventaja a favor de Lacalle Pou- y las otras dos resolvieron no divulgar sus datos, mientras sus ejecutivos mencionaban informalmente que había una situación de empate técnico.
En forma paralela, fuentes del FA se ilusionaron con un supuesto triunfo de Martínez por un punto de diferencia, aunque horas después admitieron que sus proyecciones daban ganador a Lacalle por menos de un punto.
La sorpresa también se vivió en las calles, donde los preparativos de ambos sectores para las eventuales celebraciones fueron variando de clima según corrían las noticias y los rumores.
En los grupos del Partido Nacional y sus aliados, la euforia por un triunfo que consideraban seguro dio paso a cabildeos nerviosos y a una ansiedad evidente.
En cambio, entre los simpatizantes del FA fue creciendo de a poco una alegría que no estaba en los planes y que se evidenció en bailes en las calles, donde también se notó una presencia policial abundante, en previsión de disturbios.
Hasta el cierre de los centros de votación, la jornada para escoger al sucesor del presidente Tabaré Vázquez para el período 2020-2025 estuvo marcada por una alta participación -cercana a 90% del padrón, según los datos oficiales- en un clima festivo, apenas empañado por dos incidentes aislados en las horas previas.
Uno fue el llamado del ex jefe del Ejército y lider opositor Guido Manini Ríos para que los militares no votaran por el FA.
El otro, esta madrugada, fue un enfrentamiento entre un grupo de jóvenes y los efectivos que transportaban urnas en un camión militar, que terminó con varios vehículos apedreados en la calle.
“No puedo opinar sobre cada cosa que alguien escriba, pero obviamente que no comparto absolutamente nada”, afirmó Lacalle Pou después de votar, consultado por los periodistas acerca de la declaración de su aliado Manini Ríos.
Lacalle Pou, que votó en Canelones, a 50 kilómetros al noreste de Montevideo, dijo que soñó “muchas veces con ser presidente”, reconoció que no pudo “dormir mucho” anoche y que estaba “ansioso” por conocer el resultado de los comicios.
En tanto, Martínez, que votó en el coqueto barrio de Pocitos, en Montevideo, declaró que lo “sorprendieron” algunas declaraciones de último momento, como la de Manini Ríos, y anticipó que esperaba “una lucha voto a voto”.
Entretanto, Vázquez votó a primera hora en el barrio montevideano de La Teja y aseguró que el próximo mandatario tendrá como desafío “mantener los equilibrios sociales, económicos y políticos que hoy tiene el país”.