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Mundo Fragilidad política

Las primeras horas de Jeanine Añez en el poder

La presidenta interina enfrenta la dura oposición del partido de Evo Morales. Marchas en rechazo a su proclamación.

Miercoles, 13 de Noviembre de 2019

Jeanine Añez inició esta mañana con bastante entusiasmo su actividad como Presidenta interina de Bolivia, aunque lo hace en un marco de gran fragilidad política y con una oposición agrupada detrás de la figura de Evo Morales que está dispuesta a complicarle la gestión.

La dirigente de centro derecha llegó al cargo con el voto de sólo un tercio de la Asamblea Legislativa, ya que los legisladores del Movimiento al Socialismo (MAS), que respaldan a Evo, se negaron a sentarse en sus bancas.

Ahora, estos diputados y senadores masistas prometen iniciar una batalla jurídica y parlamentaria para demostrar que es “ilegal” la asunción de la mandataria. Esta estrategia ya fue lanzada por el propio Morales desde México, quien sostuvo que el nombramiento de Añez “viola la Constitución y las reglas internas de la Asamblea Legislativa”.

Pero hay otro plano, más concreto y efectivo, que puede dificultarle la tarea a Añez. Las movilizaciones que prometieron tanto cocaleros de la zona del Chapare, en Cochabamba, y las comunidades indígenas de El Alto.

Seguidores de Evo Morales marchan desde la ciudad de El Alto hacia La Paz, este miércoles, contra la proclamación de Jeanine Añez. /AP

"Convocamos a las organizaciones sociales de todo el país a partir de mañana miércoles, a nivel nacional, a la contundente movilización. Como trópico de Cochabamba estaremos en las calles hasta que nuestro hermano Evo Morales retorne a la presidencia, porque está en el tiempo de su mandato constitucional hasta el 22 de enero de 2020", declaró la entidad Kawsachun Coca.

Este sector de cocaleros, cuyo máximo dirigente es Morales, tiene previsto lanzar una serie de manifestaciones para demostrar que no aceptan el nuevo gobierno.

El otro gran movimiento en contra de Añez proviene de la ciudad de El Alto, que concentra a un millón de habitantes, la gran mayoría de ellos indígenas. Aunque siguen apoyando a Evo, su gran preocupación es cuál será el perfil del gobierno.

Con Morales obtuvieron un estatus social importante, con participación en el Parlamento y el Gobierno, y temen que los nuevos gobiernos, si son de tintes conservadores, les quiten los beneficios logrados.

Militares de guardia en la entrada del Palacio Quemado, la histórica sede de la presidencia en La Paz, este miércoles. /REUTERS

La comunidad indígena desconoce el nombramiento de Añez y exige su renuncia. Es más, quieren que un integrante de su agrupación asuma las riendas del país. “Exigimos a la Asamblea Legislativa que un asambleísta alteño (de El Alto) asuma la presidencia interina del Estado Plurinacional”.

Este miércoles comenzarán las marchas, mientras Añez intenta armar la estructura de gobierno, donde debe nombrar una serie de ministros.

La primera reunión que mantuvo Añez por la mañana, en virtud de la tensión que se avecina, fue con las cúpulas de las Fuerzas Armadas y de la Policía, quienes le detallaron los operativos que tienen en marcha para pacificar el país.

La mandataria tiene a favor que cuenta con el apoyo de estas fuerzas, de la Iglesia Católica, y del Tribunal Constitucional Plurinacional, que validó la constitucionalidad de la sucesión presidencial.

La población, además de la mentada pacificiaciòn, está reclamando un plan de elecciones lo antes posible. Legalmente deben concretarse en los próximos 90 días. Pero aún falta definir la fecha y otras cuestiones sensibles, como el nuevo Tribunal Electoral.

Añez enfrenta un panorama complicado, y aún no se sabe si tiene la habilidad suficiente como para superar las sacudidas que recibirá su gobierno.