La reina Margarita II de Dinamarca inició este lunes su visita de estado a la Argentina donde tuvo una agenda intensa que la obligó a varios cambios de vestido aunque todos ellos muy similares y siempre con pequeñas o grandes flores de distintos colores.

Entre sus actividades se destacó la visita al presidente Mauricio Macri que la recibió en la Casa Rosada en compañía de su esposa Juliana Awada y su gabinete.

Macri ofreció un almuerzo de honor en el que se sirvió centolla pagatónica en oro crocante, bife de la corona con papas bandoneón acompañados por vino chardonnay y malbec DV Catena. De postre… flan con dulce de leche y helado acompañado por Baron B.

Lo qué pasó desaparecido del discurso de Su Majestad es que las dos veces que se refirió a Mauricio Macri no pronunció ni su nombre ni su apellido, sino que lo mencionó como "presidente de la Argentina".

Es que para el idioma danés la pronunciación latina no es sencilla y mucho menos las palabras de origen italiano, por lo que Margarita II no quiso ser descortés con su anfitrión y prefirió evitar una mala dicción del nombre del Presidente.

Su día, además de un cocktail en el Yacht Club, incluyó paseos como turista por ejemplo al cementerio de la Recoleta.