El hermano de la modelo y actriz sostuvo que ‘la dejaron morir‘ y que irá ‘hasta el final‘ para saber la verdad.
Las cinco personas que estuvieron con Natacha Jaitt en Benavídez las horas previas a que la encontraran muerta ya declararon ante la Justicia, se hicieron allanamientos pero todavía la investigación no tiene ningún imputado. Pocas horas después de despedir sus restos en el Cementerio Israelita de La Tablada, el hermano de la modelo y conductora anticipó que se presentará como querellante y afirmó: "Mi hermana no atentó contra su vida".
"Voy a ir hasta el final, voy a hacer justicia por mi hermana", dijo Ulises Jaitt.
Si bien las primeras pericias determinaron que la mediática murió a causa de una falla multiorgánica y que su cuerpo no presentaba signos de violencia, Ulises Jaitt mantiene su sospecha sobre un posible asesinato. "Nada de lo que pasó es normal", remarcó en TN, en referencia a las supuestas contradicciones de los testigos y el tiempo que tardaron en llamar a una ambulancia. "Todo me lleva a un homicidio pero no tengo pruebas", agregó.
El viernes a la noche Natacha se descompensó en una habitación del salón de eventos Xanadú, de Villa La Ñata, Tigre, después de consumir drogas y alcohol. "(Guillermo) Rigoni la vio inconsciente pero dijo que creyó que se había dormido", manifestó Jaitt y aseguró: "Hubo abandono de persona".
"Mi hermana no atentó contra su vida", sostuvo. Ulises contó que la modelo "tenía la ilusión" de que se fueran a vivir a España durante este año. "Ella quería vivir", enfatizó. Después cuestionó que ninguno de los involucrados en la causa se hubiera comunicado con la familia y se mostró desconfiado de las versiones que aportaron ante la Justicia. "Los quiero mirar a los ojos para saber qué pasó", lanzó.
Esta semana se conocerán los resultados del informe toxicológico que confirmarán si Jaitt había consumido sustancias y cuáles. Además, la Policía Científica en La Plata analizará las muestras tomadas de las cavidades cavidad anal y vaginal.