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El #MeToo nacional impulsa nuevas denuncias

Tras la acusación contra Juan Darthés, usuarios de las redes sociales se atrevieron a contar, en primera persona, episodios de violencia sexual; las consultas crecieron en una línea de ayuda

Jueves, 13 de Diciembre de 2018
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"Fui abusada a los seis años. Lo cuento hoy porque antes no pude. Si a vos te pasó, contalo, compartilo, gritalo". El posteo en Facebook de una mujer que ronda los 50 años fue uno de los tantos que se compartieron en las redes sociales desde que anteayer la actriz Thelma Farin, acompañada por sus pares, denunció que Juan Darthésla había violado cuando era menor.

La acusación impulsó a decenas de usuarios de redes a revelar abusos en primera persona. También, llevó a las periodistas Romina Manguel y María Julia Oliván a denunciar públicamente acosos.

Además, el impacto se notó en las llamadas realizadas al 144, línea del gobierno porteño para la atención a víctimas de violencia de género. Anteayer, tras la denuncia de las actrices, hubo un pico que provocó que el día cerrara con un 33% más de contactos que el martes anterior. Ayer, las consultas crecieron aún más: hasta las 18, se habían duplicado respecto del miércoles anterior (276 contra 138).

"Hoy nos desbordaron los llamados", contó Ada Beatriz Rico, presidenta de la Asociación Civil La Casa del Encuentro y directora del Observatorio de Femicidios en la Argentina. "Tenemos un equipo de 12 voluntarios y sumamos algunos más para cubrirnos porque no sabemos hasta qué hora vamos a estar. Son muchas mujeres haciendo consultas, incluso mamás con hijas".


Rico está convencida de que la acción que se realizó desde Actrices Argentinas, la agrupación que anteayer acompañó la denuncia de Farin, va a marcar un hito para que las mujeres se animen a denunciar la violencia de género y a los hombres que cometen estos abusos. "Es sumamente importante porque va a ayudar para que sientan que no están solas y que hay una sociedad que las está acompañando. Hay que romper este cerco en el que ellas, por vergüenza o por no sentirse acompañadas por la Justicia, se callan y no pueden cerrar el círculo. No importa cuánto tiempo pasó, es importante que ellas lo puedan visibilizar y trabajar", señaló.

Anoche, en A24, la abogada Raquel Hermida indicó que hay otra denuncia contra Darthés, esta vez en la Argentina, que involucra a una asistente de producción de un programa de TV.

Anoche, la propia Farin impulsaba desde su cuenta de Twitter a denunciar la violencia de género: "Lo cuento porque aunque me dé miedo exponerme a todo lo que viene por hablar, sé que es más caro el precio de callar. No se callen".

Para Eleonor Faur, doctora en Ciencias sociales y compiladora del libro Mujeres y varones en la Argentina de hoy (Siglo XXI Editores), la confesión de abusos es una reacción bastante natural y espontánea, que parte de poder liberar una emoción profundamente contenida durante mucho tiempo en los cuerpos, las mentes y las subjetividades de millones de mujeres. "Es una salida de una especie de closet colectivo en el que estaban las mujeres por no poder señalar las discriminaciones que veníamos viviendo, que nos permitió abrir los ojos como sociedad para entender. Claro que lo personal es político. Creo que como sociedad nos interpela porque saca a la luz algo que fue históricamente silenciado".


Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para el Estudio y la Investigación de la Mujer (FEIM), cree que la frase que sirvió como estandarte en el acto de las actrices, #MiráComoMePonés, surge, primero, como una forma literal de decirle a las mujeres que ellas son responsables de excitar a los hombres. "Ellas tienen vergüenza, humillación y miedo de que las reten y castiguen. Por eso, este grito conjunto es una respuesta que muestra que el colectivo tiene fuerza y se defiende ya no una sola, sino el grupo. Esto interpela porque es algo que nos compromete tanto a mujeres y hombres a apoyar a quien padeció esta violencia. Como grupo se dan fuerza y ya no tienen miedo como si estuvieran solas", explica la especialista.

Bianco ve un proceso histórico que empezó con la primera movilización en la Argentina de #NiUnaMenos en 2015. Allí se comprendió la magnitud del problema de los femicidios. Luego ocurrió el movimiento #MeToo, que en los Estados Unidos visibilizó el abuso en los medios y la producción de espectáculos, y tuvo su coletazo local, pero se revitalizó anteayer con la denuncia pública de Fardin. "Hoy estamos conmovidos y eso nos interpela a no ser indiferentes", indicó Bianco.

"A mí me violaron. Todavía no puedo contar mi testimonio porque no me siento preparada". Con esa frase en su cuenta de Twitter, una joven contaba que fue víctima de abuso. El posteo, ayer, tuvo más de 17.000 likes. Otra mujer denunció en esa red: "Me violaron a los 17 y tardé 7 años en poder decirle a mis viejos". "A mí me violaron dos veces. Un pariente a los 8 y un amigo a los 21. Recién el año pasado pude contarle a mi mamá lo del pariente para que entienda por qué no quiero ir a los cumpleaños en su casa", señaló otra joven.

Ayer también había otros usuarios que cuestionaron el movimiento que iniciaron las actrices, sobre todo, al considerar que puede generar "una caza de brujas".

Sergio Sinay, ensayista y autor de La masculinidad tóxica (Ediciones B), cree que el caso Darthés es el síntoma de una enfermedad que ya no se puede ocultar. Sin embargo, considera importante no quedarse solo en esa denuncia puntual porque va a favorecer el oportunismo de mucho machismo que va a aprovechar esta oleada para disfrazarse de otra cosa. "Si bien el actor merece, si esto se comprueba, todo lo que está viviendo, no hay que quedarse acá. Hay que mirar otras cosas, muchas de las actrices del colectivo actúan en telenovelas que han contribuido a fomentar ese clima donde la mujer es siempre objeto del deseo masculino. Sería interesante que estas actrices estudien bien en qué medida los guiones de novelas en las que participan contribuyen a alimentar esta cultura en la que el machismo produce un Darthés. Que quienes escriben también piensen en qué tipo de historias escriben, que despierte la conciencia de todos, incluso de los espectadores. No sería raro que frases como "mirá cómo me ponés" hayan aparecido en alguna novela", analiza el ensayista.

Fardin agradeció en Twitter