Alejandro Vilca de 45 años es un recolector de residuos que reside en San Salvador, Jujuy y el domingo, al obtener el 23,66% de los votos encabezando la boleta del FIT-U, dio un batacazo. Si mantiene este mismo porcentaje en las generales, ingresará como diputado al Congreso Nacional.

"No somos políticos profesionales, somos trabajadores que hacemos política", dejó entre sus frases.

"Todavía nos cuesta pisar sobre tierra por lo que logramos, sabíamos que podía ser una buena elección, pero superó nuestras expectativas. Quedamos muy cerca de pelear una banca en el Congreso, si repetimos los números obligamos a repartir una banca entre oficialismo, el Frente de Todos, y el Frente de Izquierda", comentó entusiasmado el trabajador y dirigente en una entrevista a medios locales.

Vilca viene de una familia humilde y trabajadora. A pesar de las privaciones y las dificultades económicas, Alejandro terminó sus estudios secundarios y a puro esfuerzo inició la carrera de arquitectura en la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ); y alternaba el estudio con sus trabajos como albañil, mozo y vendedor de helados.

Analizando el porqué de la buena elección que realizaron en su provincia, Vilca expresó: "Es una combinación de diferentes factores, la bronca con el gobierno, pero también el reconocimiento y la adhesión a las ideas y propuestas del Frente de Izquierda. Durante años venimos metiéndonos en cada lucha, lugares de trabajo y el movimiento de mujeres".

"Este resultado nos deja a las puertas de poder disputar una banca en el Congreso, que sería inédito no solo para la izquierda, sino para que llegue un trabajador que levanta la basura. Además, tengo un apellido jujeño y eso es importante, porque la verdad la mayoría de los principales representantes de Jujuy no son Coya, sino que representan a los terratenientes o a las empresas mineras", agregó.

En tanto,  si Alejandro Vilca se convierte en diputado nacional, su mayor prioridad será "trabajar para mejorar el poder adquisitivo de los salarios, poniendo como piso la canasta familiar porque no puede haber trabajadores por debajo, y además los salarios deben ajustarse según la inflación".

También aspira a "corregir el tratamiento que damos a los jubilados, a quienes les han recortado ingresos con las últimas modificaciones y cada vez están más pobres, con ingresos bajo el umbral de la miseria".